Puede parecer que las moscas e insectos eligen molestarnos durante el verano, sin embargo, la verdadera razón de su auge poblacional es una interacción compleja de la lluvia de invierno, la disponibilidad de fuente de alimentos y el aumento de las temperaturas. Así es, pues la prevalencia de las moscas en este momento del año tiene que ver con el clima o, más específicamente, con el impacto del calor sobre los alimentos. Los insectos son ectotérmicos o de «sangre fría», lo que significa que la temperatura de su cuerpo depende del ambiente externo.
Por lo tanto, en verano, un aumento de la temperatura generalmente se correlaciona con un aumento en la actividad de los insectos. También, cabe mencionar que muchas especies de insectos emergen de una fase de descanso invernal en primavera y verano para comenzar su etapa de vida adulta alada.