El crecimiento de la Inteligencia Artificial (IA) y el desarrollo del Big Data está transformando los métodos de recolección, procesamiento, generación y distribución de la información. El sector periodístico se está forjando en este ámbito para automatizar el contenido en varios sectores. En poco tiempo, los periodistas y reporteros podrán trabajar junto con la IA para producir contenido (textos, imágenes y videos).
Sin embargo, el uso de las nuevas herramientas de la Inteligencia Artificial contribuye a grandes riesgos, como la manipulación y tergiversación de las noticias (fake news). Los expertos en IA advierten que se estaría incentivando a la desinformación en cualquier ámbito, como el político, económico, social, cultural y otros. Esta situación es muy diferente con el método tradicional de desinformación en los últimos 10 años, debido a que se aplican campañas orquestadas en redes sociales.
Tradicionalmente, los bots publicaban tuits, posts, mensajes, imágenes y vídeos en las redes sociales y WhatsApp, replicando las “fakes news”. Con la IA se tiene un alcance más amplio, con el que la información falsa se extiende en un artículo en diferentes versiones que se plagan por toda la red, e incluso imágenes que parecen reales en muchas versiones.
Esta herramienta tan poderosa también se suele utilizar en otras direcciones, acorde a los datos alimentados provenientes del Big Data que se le instruya a la IA. Por ejemplo, los expertos en inteligencia artificial explican que se nutre de datos procesados mediante patrones que generan una relación simbiótica en función de un mismo objetivo. Así es posible reforzar la labor periodística, aunque existe el riesgo de que los lectores puedan estar inmersos en una ola desinformativa.
¿La IA es una oportunidad o un riesgo periodístico?
Basándose en el trabajo periodístico, es fundamental verificar siempre la credibilidad de la fuente e información que está recibiendo. También se debe considerar el discurso y el actor político, o la empresa y sus resultados. De ignorar este proceso, se incrementan los riesgos de la desinformación en la creación de contenido y publicaciones en redes sociales.
En el informe de Predicciones y Tendencias dentro de los Medios, el Periodismo y la Tecnología de 2021, se aseguró que 7 de cada 10 editores usan la IA en su sector. Tan solo el 18% emplea el 5G y el 9% las gafas de realidad virtual. Esto significa que la IA es capaz de ampliar las capacidades tecnológicas, aunque pueda tener riesgos en la información.
A día de hoy, las olas de desinformación se pueden crear con datos, discursos, hechos y declaraciones que nunca se dijeron o se tergiversaron. Se podrán diseminar mensajes de mentira, odio y ataques no solo con millones de bots, sino también generar argumentos “sólidos” o fotografías artificiales y manipuladas. Son riesgos que se perciben dentro del contenido digital, pero la Inteligencia artificial sigue siendo unas las grandes y mejores revoluciones de los medios de comunicación.
El caso de Donald Trump con la IA
Un ejemplo de la manipulación y tergiversación de las noticias es el caso de Donald Trump, el expresidente de EE. UU. La semana pasada planearon arrestar a Trump en Nueva York por el presunto pago a la actriz porno Stormy Daniels de 130.000 dólares en la campaña presidencial de 2016. Pero la fiscalía de Manhattan no ha procedido con este arresto; es una posibilidad que se desconoce si se realizará.
El periodista Eliot Higgins del medio Bewlincat siguió la polémica con la inteligencia artificial Midjourney. Esta IA se dispuso a crear un texto con imágenes (ficticias) sobre el arresto de Donald Trump. El resultado de las fotos es algo realista. Se generaron 50 imágenes falsas del arresto en las calles de Nueva York, las reacciones de sus familiares, el juicio, su estadía en la cárcel y la fuga de Donald Trump.
La historia producida por Higgins con Midjourney cobró vida propia en las redes sociales con un hilo viral que visualizó 5 millones de veces con eco en los medios de comunicación. Si bien no son imágenes perfectas, tienen buena calidad y parece que en sus formatos son veraces.
La protección contra la desinformación
El Big Data es el combustible de esta herramienta donde los expertos como Andrés Vegas se encargan de producir estrategias especializadas de negocios o gestión a través de los datos. Es ideal que la inteligencia artificial esté acorde con una base de datos adecuada para detectar irregularidades, buscar informes y detectar tendencias. Esto permite tener una herramienta cada vez más efectiva.
Lo único negativo es que la inteligencia artificial en malas manos puede generar problemas o escenarios indeseables. El Baremo de Alfabetización Mediática 2022 evaluó la resistencia de los ciudadanos de distintos países a las campañas de desinformación y “fake news”. En España se ocupa el puesto 15 de 40; la valoración es de 59 puntos después de Países Bajos, Alemania y Reino Unido.
Es lamentable que pueda ayudar mucho en el trabajo de los periodistas y, al mismo tiempo, causar problemas. Para ello, se puede contrarrestar las inteligencias artificiales que desinforman, que tengan datos no rigurosos y que estén alimentadas para confundir. La metodología a emplear es analizar e indagar en los datos para buscar los errores o manipulaciones humanas.