Dicen que lo bueno se hace esperar. Y la verdad es que Dead Island 2 se lo ha tomado con calma antes de ver la luz. La secuela llega al mercado más de diez años después de que se estrenara la primera parte y la pregunta es obvia: ¿ha merecido realmente la pena? La respuesta sencilla sería “sí”. Hablamos de un juego entretenido, violento y que da lo que promete. Es difícil que algún amante de la acción, las muertes contundentes y los zombis no termine convencido con la propuesta. Pero como suele suceder en estos casos, también hay algunos “peros” puntuales. Lo desarrollamos todo más a continuación.
Dead Island 2, una apuesta por la sangre
Siguiendo la realidad, Dead Island 2 también se lleva a cabo diez años después de lo visto anteriormente. Solo que en esta ocasión el juego se ambienta en un escenario muy diferente. En lugar de ofrecer entornos inspirados en una idílica y paradisíaca isla, se ha elegido un escenario mucho más común: la ciudad de Los Ángeles (Los Diablos). En realidad, no puede decirse que no haya sido una elección acertada. Aunque se pierde parte de los exótico de la primera parte, Los Ángeles sigue siendo un lugar bastante llamativo. Sobre todo porque hay muchas localizaciones muy bien recreadas que todo el mundo ha visto en ocasiones en películas y series.
Sin buscar complejidad alguna, la historia del juego gira en torno a muchos tópicos habituales en videojuegos, películas o cómics de zombis. Es decir, escapar de la invasión para alcanzar un lugar seguro, descubrir por qué el protagonista no se contagia con el resto de la gente o saber cómo ha comenzado la crisis. Nada nuevo bajo el sol, pero suficiente.
A decir verdad, todo es una mera excusa para ofrecer lo que la mayoría de jugadores esperan de Dead Island 2: mucha acción, mucho gore y muchos zombis. Una propuesta sencilla y bien llevada a cabo que puede durar en torno a quince o veinte horas.
Dead Island 2, no solo zombis
La trama del juego, que no acostumbra a ser lo más importante en este tipo de títulos, tiene sus luces y sus sombras. Por ejemplo, destacan muchos de los secundarios que se van conociendo con el transcurrir de la aventura, algunos bastante curiosos. Por el contrario, los toques de humor mezclados con momentos más solmenes solo funcionan a medias. Se entiende el intento de los desarrolladores por darle un tono desenfadado al conjunto, eso sí.
Una de las mecánicas más emocionantes de Dead Island 2 pasa por su sistema de elaboración de armas. En la primera parte, los jugadores podían recolectar objetos para crear armas improvisadas, pero en Dead Island 2 este sistema se ha expandido significativamente. Los usuarios pueden recoger objetos para construir armas personalizadas, y cada arma tiene diferentes características y habilidades. Esto permite adaptarse a diferentes situaciones y experimentar con diferentes combinaciones de armas.
El combate también se ha mejorado en Dead Island 2. En lugar de simplemente blandir un arma o golpear con los puños, existe la posibilidad de utilizar movimientos especiales y habilidades para causar más daño y controlar mejor a los enemigos. Además, los rivales ahora tienen diferentes debilidades y fortalezas, lo que significa que los jugadores deben adaptar sus estrategias en consecuencia. Sobre todo durante las primeras horas de la aventura.
Hay que reconocer, en líneas generales, que la jugabilidad en general resulta más fluida y satisfactoria. Anteriormente mucha gente se quejó a menudo por sentirse frustrados por la rigidez de los controles y la falta de respuesta del juego. Con Dead Island 2 se han solucionado en gran medida estos problemas y todo resulta más pulido y agradable.
En resumen, Dead Island 2 mejora significativamente en varias áreas clave. El sistema de elaboración de armas, la progresión del personaje, el combate y la jugabilidad en general son mucho más satisfactorios que en las entregas anteriores. No obstante, hay algunas cosas que podrían haberse mejorado, como el hecho de que con las horas el juego tienda a volverse un tanto repetitivo. La propuesta inicial, atractiva para los fans de este tipo de títulos, no aguanta demasiado el transcurrir del tiempo. Con todo, es un juego que merece la pena.
