Las fotografías de alta resolución obtenidas por los satélites que orbitan alrededor de nuestro planeta permiten a los científicos predecir, incluso con un año de antelación, el advenimiento de una gran epidemia. Las imágenes enviadas por el Landsat, el Spot y otros satélites hacen posible la detección de las condiciones climatológicas que favorecen la propagación de ciertos virus, bacterias y parásitos, que son responsables, entre otras enfermedades, de la fiebre amarilla, el cólera, la malaria y algunas encefalitis. En realidad, de lo que se trata es de localizar los terrenos que, debido a unas condiciones climáticas especiales, se han convertido en idóneos para la proliferación de los insectos y otras criaturas que facilitan la transmisión de los agentes patógenos.