Si eres uno de los 8 millones de españoles que sufren de alergia al polen, la llegada de la primavera no es motivo de celebración. Aunque esta estación es sinónimo de buen tiempo y alegría para muchos, para ti puede significar estornudos, congestión nasal y picazón en los ojos.
La alergia al polen es más común en entornos urbanos debido a la contaminación, según la Sociedad Española de Alergología e Inmunología Crónica. Pero no te preocupes, si eres alérgico al polen, hay medidas que puedes tomar para minimizar los síntomas y disfrutar de la primavera. ¡Te lo contamos!
1¿Qué es la alergia y por qué se produce?
Si alguna vez has experimentado una reacción alérgica, sabrás que se trata de una respuesta de tu sistema inmunológico ante un agente externo que identifica como una amenaza, aunque en realidad no lo sea.
Es importante destacar que existen múltiples tipos de alergias, por lo que es mejor referirse a ellas en plural. Cuando entras en contacto con un alérgeno, como el polen, el veneno de las abejas, las picaduras de insectos, los ácaros del polvo, los mohos de hongos o ciertos alimentos, tu organismo responde con síntomas que pueden afectar a tu piel, aparato digestivo o vías respiratorias.