Que los premios Oscar siempre han tenido cierto tono artificioso, al menos en lo exagerado de algunas celebraciones y actitudes, es bastante incontestable. Al fin y al cabo, se trata de un evento protagonizado en gran medida por intérpretes, por lo que cierto grado de impostura entraría dentro de la razonable. Pero más allá de ello, esta última y reciente gala volvió a estar marcada por el mismo tono que últimamente parece invadir por completo a todo Hollywood: la extrema corrección política. O como se conoce en Estados Unidos, el fenómeno woke.
¿Qué es el fenómeno woke? Básicamente la denominación que se le da en América al movimiento ideológico, mayoritariamente de izquierdas (progresista), que apuesta por la igualdad y la inclusión, en ocasiones de manera bastante radical, dogmática y un tanto demagógica. Una corriente que, casi siempre alimentada por las redes sociales y algunos medios de comunicación, parece chocar frontalmente con el librepensamiento y el espíritu crítico e independiente. Otra cosa más que, como parece suceder con todo últimamente, divide a la sociedad occidental. A la sociedad, pero no a Hollywood.
Hollywood y la corrección política en los Oscar
Lo que se ha visto en los Oscar de 2023 no es algo realmente nuevo, ya que la propia industria cinematográfica estadounidense avisó hace tiempo que solamente aquellas películas que representaran diferentes minorías étnicas y en las que tuvieran gran peso tanto las mujeres como el propio colectivo LGBTQ+ podrían aspirar a ganar distintos premios. Entre ellos, cómo no, el más importante de todos: los Oscar.
Por supuesto, como suele suceder en estos casos, las reacciones a tal anuncio no se hicieron esperar, tanto entre el propio público como en lo que a profesionales se refiere. Ciertos actores, como el veterano James Wood, tacharon de “locura” la decisión, mostrándose abiertamente en contra de lo que, para ellos, es un claro atropello a las libertades creativas. Algunos incluso fueron más allá, como sucedió con la recientemente fallecida actriz Kirstie Alley, quien calificó la medida de “dictatorial”.
No obstante, esta clara politización del arte no solo marcó de nuevo otra gala de los Oscar, sino que muchos de los asistentes parecieron mostrarse encantados de la nueva dirección que han mostrado sus responsables. De hecho, bastantes fueron los premiados que se sumaron al “carro woke” para lanzar mensajes a favor de la inclusión y el feminismo. Hasta qué punto estos eran sinceros o más bien pretendían sumarse a la moda del momento, es difícil saberlo con certeza. Quizá hubiese de todo un poco, quién sabe.
Todo a la vez en todas partes, ¿justa vencedora de los Oscar?
Nadie puede dudar que la gran triunfadora de los Oscar en su edición de 2023 fue la película Todo a la vez en todas partes. Un título bastante incalificable y peculiar que, pese a su originalidad, parece haber convencido por igual a toda la crítica especializada (y a Hollywood, visto lo visto), pero no así a los espectadores, por lo general bastante divididos a la hora de juzgar el film.
No es la primera vez que la crítica y el público se muestran en desacuerdo, algo casi tan viejo como el propio cine, pero la situación actual ha hecho que la polémica mediática no haya tardado en aparecer en Internet. ¿Realmente es justa merecedora Todo a la vez en todas partes de tantos galardones? ¿Hasta qué punto han podido prevalecer las consideraciones políticas, por así decirlo, por encima de las artísticas?
Por complicado que resulte responder a esas preguntas en profundidad, una cosa está clara, y es que el debate está encima de la mesa. Una realidad, positiva o no, eso dependerá de cada cual, que también ha afectado a muchas empresas de diversos sectores, en ocasiones con resultados desastrosos. No solo es Hollywood quien está hoy por hoy en el ojo del huracán, ni muchísimo menos. De hecho, la situación de plataformas como Neflix sigue la misma línea. Pero no olvidemos, en primer lugar, que el cine no deja de ser un negocio, una industria. Con todo lo que eso conlleva.