Han pasado siete años desde que Iván Ferreiro sacara música. Pero hoy la Trinchera Pop ya es de todos. El vigués llega con un nuevo álbum cocinado a fuego lento porque así es como todo sabe más rico. El artista quiso arrancarse las presiones del lanzamiento, borrar las huellas del piano y empezar a disfrutar más de lo que estaba haciendo. Es así como ha nacido un disco de la filosofía Ferreiro, pero con la filosofía de todos, porque este Trinchera Pop también es un homenaje a todo aquel entorno que remueve por dentro al artista. El Diario Qué! ha podido estar junto a él en la presentación de este sexto álbum en solitario desde que decidiera dejar Los Piratas en 2005. Y precisamente se ha vuelto a reencontrar con parte de ese sonido electrónico que ha vuelto a él como un boomerang.
Iván Ferreiro llegaba algo desgastado de girar con CASA (2016) y decidió que era el momento de parar y dar un paso más allá. Nos cuenta que poco a poco la electrónica volvía a él y ya en algunos conciertos introducía algunos ritmos. No fue, por tanto, una sorpresa para la banda que decidiera crear Trinchera Pop sin ninguna meditación, si no más bien como el niño que encuentra en un nuevo juguete toda la creatividad. «Todo tiene que ver un poco con el aburrimiento y con que odio aburrirme», nos explica al hacerle referencia a si había algún desgaste musical.
Trinchera Pop, del baile a la filosofía de Iván Ferreiro
Trinchera Pop nace, por tanto, con un nuevo sonido en el que se nota que Ferreiro ha disfrutado. La Humanidad y la Tierra que canta junto a Tanxugueiras invita al oyente a bailar porque a Iván Ferreiro se le había olvidado eso. «A veces solo me dedicaba a hacer ritmos y me encontraba a mí mismo bailando en mi estudio y desahogándome», nos cuenta que la pandemia también le sirvió para volver a descubrir la parte física de la música.
Además, Iván Ferreiro nos habla de la filosofía del reciclaje y de cómo Trinchera Pop tiene mucho de otros artistas. Hay homenaje a Max Ritcher, a Vivaldi, un camino que nació de la propia concepción de la música que tiene la banda. «El pop es lo único que se recicla continuamente y donde se premia la novedad y la frescura aunque la fórmula la haya usado otro», cuenta Iván Ferreiro. Y es que para el cantante lo bonito está en que el pop aunque vengan muchos a contarlo, «sigue emocionando, nos seguimos contando la misma historia de amor, seguimos contando la misma historia de desamor».
El vigués tiene claro que el pop nunca muere y que «aunque la fórmula la haya usado otro, cada vez que llega uno nuevo y lo hace, la fórmula es nueva». Él en esta ocasión se ha olvidado, por tanto, de pensar tanto y disfrutar más del juego musical, de probar máquinas y descubrir lo que salía. Precisamente sobre eso existe la duda de cómo una banda se adapta musicalmente a una innovación en la producción: «al final la música es música la toques con lo que lo toques, ya toques con un sonajero o toques con este piano o con un aparato rarísimo. Si la música consigue llegar al de al lado ya está todo el trabajo hecho».
Un resultado que ha cumplido con sus expectativas
Con esta Trinchera Pop y siete años después, Iván Ferreiro se encuentra muy contento con el resultado. «Tenía una idea ambiciosa y difícil de explicarle a la gente con la que trabajaba, pero al final lo entendieron todos muy bien», nos reconoce. Y lo dice ahora con la seguridad de haber podido sacar el disco que sí deseaba, aunque no siempre fue fácil para él: «yo perdí un poco las ganas y de pronto me daba pereza todo. Me parecía un acto absurdo tratar de sacar discos».
Aún así, el artista gallego ha logrado la reconciliación musical porque como él mismo nos ha contado: «para que existan las ganas hay que perderlas en algún momento». Trinchera Pop ya es un hecho que muy pronto llegará a los escenarios con una nueva gira todavía por confirmar. ¿Qué será, por tanto, de Iván Ferreiro en un futuro? «Yo pienso mucho en eso, en qué va a ser de mí. En el fondo estoy condenado al escenario, pero también es verdad que cuando pasan un par de años de repente tengo muchas ganas».