La presidenta del Congreso, Meritxell Batet, ha puesto en valor este miércoles el patrimonio artístico de la institución y ha confesado que cada vez que entra en el Palacio de la Carrera de San Jerónimo se sigue «sobrecogiendo».
Así lo ha hecho al inaugurar el Congreso Internacional de Artes Decorativas en Instituciones Parlamentarias que acoge la Cámara Baja, donde también ha puesto de relieve que las obras componen este patrimonio «subrayan la solemnidad y el esplendor» del lugar donde se encuentran.
El Congreso acoge esta cita, organizada en colaboración con el Museo Nacional de Artes Decorativas y la Asociación de Amigos del Museo Nacional de Artes Decorativas, hasta este jueves. El encuentro reunirá a especialistas de asambleas legislativas de Bélgica, Estonia, Gran Bretaña, Israel y República Checa, además del Senado, la Junta General del Principado de Asturias, los parlamentos de Cataluña y Navarra y las Cortes Valencianas.
En su intervención en la inauguración, Batet ha resaltado que los parlamentos «conjugan una doble dimensión»: ser una institución esencial de la democracia y ser, en sí mismos, lugares «especialmente remarcables» desde los puntos de vista arquitectónico y de las artes decorativas.
Los cuadros, frescos, estatuas o tapicerías, todas estas «cosas bellas» del Congreso, «subrayan la solemnidad y esplendor» de la Cámara Baja, según Batet, que también confiere a estas obras una función política y no sólo la de «embellecer y realzar».
DIPUTADOS COMO ORFEBRES
«Señalan la importancia del lugar, expresan el valor de lo que aquí se hace, empoderan a los diputados al transmitir el mensaje del privilegio que es representar a los ciudadanos», ha agregado, antes de desvelar, como anécdota personal, que entrar en el Palacio del Congreso le sigue «sobrecogiendo».
Por último, la presidenta del Congreso ha trazado un paralelismo entre el nivel de detalle de las obras que pueblan la Cámara Baja y la labor técnica que se lleva a cabo en comisiones para redactar leyes que luego son bien aplicadas, comparando el trabajo de los diputados con los de los orfebres.
«Las artes decorativas en espacios parlamentarios son una fuente de inspiración en ese esfuerzo en la perfección del detalle legislativo», ha concluido.
El simposio abordará de manera transversal distintos ejes temáticos para tratar de reconstruir la historia de estas obras en el uso parlamentario, pasando por el análisis de muebles y objetos como relojes, encuadernaciones artísticas o piezas textiles.
Además, se realizará una aproximación a otras cuestiones como la renovación en la decoración de estancias de acuerdo a los gustos de cada época o el uso de la fotografía como fuente para el estudio de las artes decorativas, según la información publicada en la web del Congreso.
