Si has nacido antes de 1980 y no perteneces a la denominada generación millenial, seguro que no tienes demasiados problemas a la hora de mantener una llamada telefónica. Tanto es así que se han disparado los casos de la denominada ansiedad telefónica o telenofobia.
El origen proviene de la utilización casi exclusiva de los sistemas de mensajería instantánea en los teléfonos móviles, los cuales se priorizan frente a cualquier otra interacción.