El pesto tradicional es una salsa emblemática de la cocina italiana, conocido por su sabor a hierbas frescas y aceite de oliva. Pero ¿qué pasa si te dijéramos que hay más de una forma de disfrutar de este delicioso condimento? Te presentamos cuatro variantes del pesto que te sorprenderán y te llevarán a nuevos mundos de sabor. ¡Comencemos!
1Origen del pesto
El pesto más famoso del mundo, originario de Génova, combina albahaca fresca, piñones, queso parmesano y ajo para crear un sabor único e inimitable. Pero, ¿sabías que hay más formas de disfrutar de este delicioso condimento? Con la fórmula hierba + fruto seco + queso + aceite de oliva, puedes experimentar y personalizar tu pesto a tu gusto.
Si eres un amante tradicional, los expertos te dirán que el pesto se debe hacer en un mortero, machacando primero el ajo y los frutos secos, luego las hierbas y finalmente el queso y el aceite.
Pero, si no tienes tiempo para tanta artesanía, no te preocupes. Puedes usar una batidora o un robot de cocina en la comodidad de tu propia casa. ¡Y nunca te olvides de decir que lo hiciste a mano, por supuesto! Pero, ten cuidado de no triturar demasiado: el pesto debe ser una salsa espesa con trozos visibles de ingredientes.