El ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, parece tener grandes dificultades para superar los terribles acontecimientos que sucedieron en la valla de Melilla en el pasado año. Y es que, al profundo malestar de los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado ante el «abandono» del ministro del Interior a la frontera española, ahora se une la reprobación de los partidos de la oposición en el Congreso de los Diputados. Un enfrentamiento político contra Marlaska que ha conseguido unir a dos enemigos tan renombrados como son el Partido Popular de Alberto Núñez-Feijóo y las formaciones independentistas más remarcadas, ERC y Junts.
En el pasado 2022, la frontera de Melilla se convertía en el centro de la polémica, después de que un multitudinario asalto a la valla de la ciudad autónoma se tradujera en el fallecimiento de una veintena de personas. Un asalto que no sólo provocaba una nueva fricción entre el Gobierno de España y el régimen de Marruecos, sino que volvía a poner en evidencia la desidia del ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, de cara al cuidado de la frontera.
Un desinterés que ya ha sido en muchas ocasiones denunciado por las diferentes fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que cuidan de la frontera de Melilla. En especial, la Guardia Civil, cuyas principales asociaciones volvían a lamentar este verano que las unidades destinadas tanto en Ceuta como en Melilla se encuentran «sin los recursos y efectivos para realizar su labor con garantías«.
Algo que parece no haber hecho reaccionar al ministro de Interior, que parece haberse mantenido inmóvil ante esta situación, señalando directamente a los agentes como los grandes responsables del cuidado de las fronteras, y evitando hacer mayores declaraciones al respecto de los terribles sucesos acontecidos en la valla de Melilla, tanto en el Congreso de los Diputados como ante los medios de comunicación. Un silencio de Marlaska que, sin embargo, no sólo no ha pasado desapercibido, sino que también ha conseguido una unión casi imposible dentro de la política: la del Partido Popular, junto a Ciudadanos, y los principales partidos independentistas y nacionalistas vascos y catalanes.
LA OPOSICIÓN, «UNIDA» CONTRA MARLASKA
Así pues, este jueves, el Pleno del Congreso de los Diputados ha reprobado al ministro de Interior, Fernando Grande-Marlaska, por sus «mentiras» sobre la gestión y los sucesos que rodearon a la tragedia de la valla de Melilla de junio de 2022.
Una reprobación que ha llegado a la Cámara baja de la mano del Partido Popular, que no ha tardado en recibir el apoyo de Ciudadanos y de Vox. Un apoyo que, sin embargo, no ha sido el único recibido por la aprobación presentada por los populares. Y es que las nefastas actuaciones de Marlaska ante la situación de Melilla han provocado que hasta las formaciones políticas tradicionalmente afines al Ejecutivo nacional, así como al PSOE y Unidas Podemos, hayan decidido en esta ocasión apoyar la iniciativa de los partidos de la derecha democrática.
En concreto, los partidos independentistas catalanes Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts han decidido apoyar la moción popular, abandonando así su apoyo incondicional al Gobierno de Pedro Sánchez. Actitud que también han acogido desde PNV y Eh Bildu, que han declinado «salvar» al ministro y se han abstenido en la votación, que finalmente ha sido aprobada con 173 votos a favor.
Algo que, sin embargo, no hará que Marlaska abandone su cargo al frente de Interior, tal y como ha lamentado Inés Arrimadas tras la votación en el Congreso. «Seguirá sin ningún complejo. Les da igual, es el Gobierno de la mentira, de la chapuza. No asume responsabilidades» ha asegurado la portavoz naranja.