La depresión es una enfermedad silenciosa que poco a poco va ganando terreno en nuestra sociedad, cada día son los más afectados, sin distingo de edad, jóvenes y personas de edad avanzada la sufren por igual, sin mencionar el impacto de fenómenos como el bullying pueden generar en los más pequeños, basta con ver las largas listas de citas pendientes para la atención psicológica en el sistema sanitario público.
Recientemente se hizo viral la entrevista que le realizaran a la psicóloga Belén Hernández en el diario El PAÌS, producto de una denuncia pública que hacia la profesional de la salud mental, en la que dejaba ver el grave problema que enfrentan los españoles cuando se problemas de salud mental se refiere, sobre todo cuando no tienes los recursos para cubrir los gastos.
En inverno el problema se agrava, ya se han realizado estudios que demuestran que el número de problemas de salud mental tiende al alza en la época de invierno y otoño y si este escenario le sumamos, en el caso específico de los españoles la difícil situación económica que la gran mayoría debe enfrentar diariamente producto de la crisis energética, la situación se hace mucho más difícil de manejar.
Recordemos además, todo el planeta viene de sobrevivir literalmente a una pandemia causada por el Covid -19 que nos obligó a vivir un confinamiento forzado por varios meses, existen estudios que confirman que ese confinamiento incrementó los problemas de salud mental y sobre todo los relacionados con la depresión.
La realidad del sistema de salud mental en España
Lo cierto es que todo suma para el sistema de salud en España colapse, sobre todo en el área de la salud mental. Una de las grandes verdades revelada por la psicóloga en su denuncia es que en España hay 6 psicólogos clínicos para atender a 100 mil habitantes en el sistema sanitario público, lo que deja al país muy mal parado si lo comparamos con el resto de los países de Europa. Y en el caso de los psiquiatras, la situación no va a mejor, hay 11 profesionales de la psiquiatría para atender a 100 mil personas.
El teléfono contra el suicidio es una de las soluciones que se ha implementado en España para aliviar el grave problema del suicidio, el número 024 está disponible las 24 horas del día y cuenta con profesionales capacitados para atender las llamadas, sin embargo no parece no ser suficiente, la depresión es una enfermedad que requiere atención, con una cita cada mes y medio, comentaba la psicóloga Belén Hernández en su denuncia, no se establecen los vínculos con el paciente para lograr su recuperación.
Los resultados obtenidos por la línea de atención al suicidio durante el año 2022 son verdaderamente alarmantes, Sanidad habla de 80 mil llamadas atendidas, de las cuales 2.987 fueron derivadas al 122 y 2.129 se consideraron como suicidios en curso o con riesgo inminente.
Con una atención al paciente tan poco frecuente y con los efectos de una medicación para la depresión que empieza a ser efecto unas tres semanas después de empezar, el escenario de las personas diagnosticas con depresión no se visualiza nada fácil en España.
Basta con revisar las cifras de suicidio durante el año 2021, en España se quitaron la vida más de 4 mil personas, de acuerdo a los datos oficiales (INE) y durante el año 2022 esta cifra aumentó, aunque todavía el INE no ha publicado los resultados del segundo semestre del año anterior.
La Estrategia de Salud Mental del Gobierno
Mientras tanto la ministra de Sanidad, Carolina Darias ha declarado en varias oportunidades que el Gobierno ha colocado el problema de salud mental como “epicentro de las políticas públicas”, se han impulsado la creación de nuevas especialidades como psiquiatría infantil y adolescente y se ha hecho un especial esfuerzo por actualizar la Estrategia de Salud Mental, después de casi 12 años sin hacerlo, para lo cual se han destinado 100 millones de euros.
Lo cierto es que ante escenario, los pacientes con depresión ven como una única solución a su problema de salud acudir a una consulta privada que puede rondar fácilmente los 50 euros por hora, los que se pueden permitir, cuando la solución claramente debe venir del sistema de salud público.
El problema de la depresión ha pasado a ser atendido por médicos de atención primaria, que ante un colapso de pacientes de diario se ven obligados a recetar tranquilizantes y ansiolíticos, en España según los datos oficiales el consumo de este tipo de medicina no para de crecer, 1 de cada 10 españoles de entre 15 y 64 años toma algún tipo de medicamento para depresión.
La pastillas ha pasado a convertirse en la solución para la depresión, ante un escenario que se caracteriza por la falta de médicos especialistas en salud mental, psicólogos y psiquiatras y una lista de espera que se incrementa cada día para los pacientes y cuando por fin son atendidos apenas de disponen de tiempo para establecer un vínculo con el especialista.