El mundo del streaming se despertó este viernes con un terremoto. Reed Hastings, fundador y CEO de Netflix decidió renunciar a su cargo tras 20 años a cargo de la compañía. El responsable de decisiones que permitieron que la empresa se convirtiera en el gigante intratable que es hoy. Desde el funcionamiento de una empresa de alquiler que enviaba las cintas a casa y que funcionaba por subscripción, hasta el salto a la distribución digital.
Pero al mismo tiempo Hastings se había vuelto, junto al co-CEO Ted Sarandos (Que mantendrá su cargo), una piedra de traba de algunas decisiones que cambiarían como se entiende la compañía. Desde aumentar el tiempo de exclusividad en salas para generar un mayor ingreso por sus producciones. Es una prueba que ya hicieron con la semana de estreno de ‘Glass Onion’ en salas, ‘Bardo’ de Iñarritu en México (donde la cinta tuvo un mes de exclusividad) o el musical de ‘Matilda’ en Reino Unido.
Quien podría empujar esto es el nuevo Co-CEO que acompañará a Sarandos: Greg Peters. Peters fue nombrado director de operaciones en 2022 y ha hecho todo lo necesario para aumentar los ingresos de la compañía. Fue el encargado de la incursión de la compañía en el mundo de los videojuegos y de su subscripción con anuncios. Ambas pruebas de que no tiene escrúpulos en sacrificar la identidad de la compañía para subir sus ingresos.
EL VALOR DE UNA ENTRADA DE CINE PARA NETFLIX
Lo cierto es que para Peters puede ser muy tentador ver los ingresos que se pueden generar estrenando una cinta en salas. Desde los, aproximadamente, 200 millones de dólares que se calculan que Avatar pudo haber generado en beneficios. Al mismo tiempo, todas las señales apuntan a que la ventana de exclusividad de ‘Glass Onion’ dejo buenos números, que pudieron ser mejores de durar más tiempo en salas.
A eso se debe sumar que para las películas es muy complicado medir su valor para la productora sin tener los números de la taquilla. Aun cuando alguna cinta de Netflix como ‘Alerta Roja’ o ‘El hombre invisible’ tiene éxito los primeros días lo más probable es que hayas tardado algunos minutos en recordarlas, y sin una huella cultural real es difícil que atraigan nuevos usuarios a las plataformas. Sumado a esto al tener como negocio principal las subscripciones Netflix puede encajar el golpe de un fracaso mejor que Paramount o Universal.
Además, en su desesperación pospandémica, los cines han cedido en sus exigencias de tiempo, asumiendo que las cintas pueden pasar solo mes y medio en salas antes de llegar a la plataforma. Es un paso adelante de las salas que siguen interesadas en los proyectos de la empresa como casa productora para engrosar las opciones de sus espectadores.
LAS DECISIONES DE LA COMPETENCIA
Lo cierto es que algunos de los grandes competidores en la guerra del streaming ya han anunciado que planean que sus cintas pasen más seguido por la gran pantalla. Amazon lo ha confirmado así, y la gran apuesta de Apple, ‘Killers of the Flower Moon’ de Martin Scorsese pasará por las salas con una ventana de distribución tradicional. Son muestras de que las compañías buscan formas de ingresos directos para justificar el elevado costo de las producciones cinematográficas.
A eso se le puede sumar que sus otros dos competidores, HBO Max de Warner Brothers Discovery y Disney+ son manejados por compañías que principalmente son estudios tradicionales. Es que no parece necesario señalar que para Disney o Warner no parece demasiado lógico terminar una nueva cinta para no pasarla por las salas de cine. De todos modos el cambio se produjo hoy y tocará esperar para ver como actúa el nuevo duo de CEOs.