La presidenta de Junts, Laura Borrás, ha calificado de «invitación envenenada» la la propuesta del Gobierno central para que el presidente catalán, Pere Aragonés, asista a la cumbre hispanofrancesa que se celebrará en Barcelona el 19 de enero, y ha confirmado su asistencia a la movilización independentista convocada en protesta a esta cita, a la que también se ha adherido ERC.
Lo ha dicho en una entrevista en La 2 y Radio 4 de este martes recogida por Europa Press, donde ha replicado al Gobierno que el ‘procés’ no se culminará hasta alcanzar la independencia y, en cambio, ha celebrado el fin del «procesismo», que ha definido como –en sus palabras– hacer ver que continúas tirando hacia adelante un proceso que no avanza.
Con todo, Borrás ha evitado confirmar si los condenados por el 1-O de Junts pedirán una revisión de la sentencia ante la reforma del Código Penal aprobada a final de año y ha vuelto a censurar la medida al considerar que parte de la premisa de que el 1-O fue un delito.
PRESUPUESTOS CATALANES
La presidenta de Junts ha lamentado que la dinámica de negociación de los Presupuestos catalanes de 2023 con el Govern no permite «augurar nada positivo» y ha recordado que la formación política abandonó el Ejecutivo catalán al perder la confianza en el presidente Aragonés.
Ha recordado que el último encuentro formal lo celebraron el 22 de diciembre, por lo que a su juicio no hay –textualmente– una intensidad negociadora máxima: «No parece que dejar transcurrir tanto tiempo, no dar retorno de manera completa a los documentos sobre los que se ha trabajado, pueda augurar nada positivo», ha sostenido.
Borrás ha exigido que «no sean los Presupuestos de una rendición, de una claudicación: unos Presupuestos de una condena permanente al autonomismo» y ha insistido en que unas cuentas independentistas conllevan más progreso y bienestar.
Ha instado a Aragonés a «deberse a lo que él mismo dijo que haría cuando fue investido» –en referencia a la culminación del proceso independentista– y ha rechazado considerar que el presidente carezca de legitimidad, sino que –en sus palabras– lo que cuestiona es su apoyo parlamentario.
«Aragonés pide acuerdos y lo que debería hacer es cumplir los acuerdos que ha firmado y que le han permitido ser presidente. Es muy sencillo», ha zanjado.
SU JUICIO
Sobre su juicio por presuntas irregularidades cuando dirigía la Institució de les Lletres Catalanes (ILC), ha dicho tener «ganas de poder llegar al juicio, de acabar con muchas cosas que se han dicho y de explicar y demostrar la inocencia».
Ha subrayado que se siente «muy orgullosa» de su labor al frente de la institución y ha vuelto a censurar su suspensión como presidenta del Parlament al considerarlo un atropello democrático.
En esta línea, ha sostenido que integrantes de ERC, PSC y la CUP le han dicho en privado que les «sabe muy mal» algunas de las actuaciones desarrolladas ante su situación judicial.