San Rigoberto de Reims, también conocido como San Roberto de Reims fue e vida un monje de la orden benedictina, que llegó a convertirse en el abad del Monasterio de San Pedro de Orbais, y en el año 698 fue quien sucedió en el puesto de Obispo de Reims a San Rieul.
San Rigoberto de Reims
San Rigoberto de Reims es recordado el 04 de diciembre en el Santoral Católico, junto a Santa Ángela de Foligno. Los nombres de los padres de San Rigoberto de Reims fueron Constantino y Francine in matrimonio humilde de mucha tradición católica, que se encargó de educar a su hijo en la fe.
Desde temprana edad San Rigoberto de Reims se dedicó a la disciplina y la oración. Tuvo un gran amor por la castidad, que logró a través del trabajo, la oración y la meditación diligente de la Palabra de Dios. A temprana edad fue elegido abad del monasterio benedictino de San Pedro de Orbais.
Por su humildad, sabiduría, justicia y prudencia, San Rigoberto de Reims llegó a ser el principal candidato a ser elegido arzobispo de Reims en el año 698, para suceder en el cargo a San Rieul. En sus sermones, hablaba sin descanso sobre la importancia de la frugalidad y las buenas obras.
Llegó a escribir varias obras por causa de las cuales muchos se convirtieron al cristianismo e, inspirados por su ejemplo, se reunieron con él como maestro para alcanzar la santidad. Durante su obispado, San Rigoberto de Reims logró proporcionar los materiales para la construcción de la Catedral de Reims, una de las mejores catedrales de su época.
Muchos de los materiales empleados procedían de las antiguas murallas de la ciudad de Reims. También logró restaurar la religión ortodoxa en sus sacerdotes, proporcionándoles comida y alojamiento, así como un fondo común de la congregación.
San Rigoberto de Reims tuvo que pasar por momentos difíciles, desde el reinado de los merovingios hasta la dinastía carolingia, esto es, desde Dagoberto II y Childerico III hasta Carlos Martel, el padre de Pipino el Breve.
San Rigoberto de Reims se ciñó estrictamente a su labor espiritual, con el clero y su pueblo, siempre fieles al Evangelio, junto con el Papa, el griego San Zacarías, y sus predecesores. Bautizó a Carlos Martel, mayordomo de corte del Reino de Australasia, pero en el 717 San Rigoberto de Reims parece haber ofendido a Carlos Martel al no unirse a él, en contra de Laganfredo, mayordomo de Nusteria.
Carlos Martel, por lo tanto, lo exilió a Gascuña y transfirió su arzobispado a su sacerdote militar favorito, Myron (o Milo) de Treves, quien ya había disfrutado de los ingresos de toda la diócesis.
Fue rehabilitado pero rechazó el cargo
Posteriormente Carlos Martel rehabilitó a San Rigoberto de Reims, pero el santo no quiso volver a su cargo para evitar el escándalo entre los fieles, por lo que Martel le ofreció un lugar de residencia en Guernicourt, en la parroquia de Soissons, en el departamento de Aisne, donde Rigoberto se instaló.
San Rigoberto de Reims se retiró y murió por causas naturales en el año 743 o alrededor de 750. Sus restos están enterrados en la iglesia de Saint-Thierry (Reims). En 864, Hincmaro, arzobispo de Reims, trasladó sus restos a la iglesia donde se encuentra ahora. Su primer «vitae», que enseñaba sobre la virtud, fue escrito alrededor del año 890 por un canónigo de Reims.
Desde el punto de vista espiritual, Rigoberto de Reims se caracterizó por la piedad, el servicio, la vida ascética y la oración. Se le atribuyeron muchos milagros, lo que le dio fama de santo antes de su muerte. En la Edad Media, se usaba el nombre de San Rigoberto de Reims para tratar enfermedades dentales y orales, así como la congestión pulmonar. A menudo se le representa como un arzobispo en los retratos. Sus principales atributos son un bisel, un bastón y un ganso.