San Juan Apóstol no sólo fue el más joven de los doce apóstoles que siguieron a Jesús, sino que quizás es uno de los más importantes de los cuatro evangelistas, porque es el que nos da la noticia del Apocalipsis y del plan que tiene Dios para la humanidad
¿Sabes cuántos Juanes y cuántas Juanas hay en España? Según el Instituto Nacional de Estadística, tan sólo en el caso de los caballeros son más de 340.000. Una cifra impresionante, y a ello debemos agregar a las damas y a los que tienen Juan como nombre compuesto de bautizo.
Y aunque los acostumbrado es felicitarlos el 24 de junio, que es el día de San Juan Bautista, el Santoral Católico nos da una oportunidad más para felicitar a ese Juan o a esa Juana que es nuestro pariente, nuestro amigo o nuestro conocido bautizado Juan como nombre simple o compuesto.
San Juan Apóstol
Luego de una semana de fiestas navideñas, poco antes de la llegada del año nuevo, honramos a San Juan Apóstol, a quien se le tiene como uno de los evangelistas más prolíficos, elegido en el Concilio de Nicea, en el 325 como uno de los cuatro grandes evangelistas, no sólo por su evangelio, sino por sus cartas y por su descripción de los últimos días de la humanidad en la revelación del apocalipsis, uno de los libros más importantes de la Sagrada Biblia.
San Juan Apóstol es uno de los más destacados en el ate, en la historia católica y en los escritos. Históricamente, en el arte, es representado como un águila, que es un animal distinto al de los demás evangelistas, que son representados como tetramorfos, y la razón de ellos es que San Juan Apóstol está considerado no sólo como un gran seguidor de Cristo, sino porque de todos los apóstoles es el que se nos presenta con un carácter más místico y teológico.
Tuvo la suerte de ser el único de los ‘Doce’ que no murió martirizado, y de acuerdo con lo que nos cuentan las sagradas Escrituras, San Juan Apóstol murió siendo anciano, a la edad de noventa y cuatro años, alrededor del año 100 de nuestra era, en la ciudad de Éfeso, que era una antigua ciudad ubicada en la región central del mar Egeo, en lo que hoy se conoce como Turquía.
Al menos, así lo cuenta San Epifanio. Muchas culturas cristianas consideran que San Juan Apóstol fue el discípulo más amado de Jesús, incluso le han llamado ‘el divino’, pero sus reales orígenes son muy humildes, porque fue un simple judío en Galilea, y era hermano del Apóstol Santiago el Mayor, con quien ejercía la profesión de pescador.
Cuentan que fue mientas se encontraba pescando cuando pudo trabar conocimiento con Jesús, ya que San Juan Apóstol estaba junto a Pedro y a Andrés en el lago, cuando estos hermanos fueron llamados por el hijo de Dios para que lo siguieran, se le unieran y se convirtieran en pescadores de almas, y rápidamente fueron de los primeros apóstoles. A Pedro y a Andrés, el propio Jesús los apodó ‘los hijos del Trueno’.
Fiel seguidor de Cristo, fue testigo de muchos hitos
San Juan Apóstol estuvo presente en los grandes hitos de la vida pública de Jesús, estuvo presente en la última cena y fue el único de los apóstoles que estuvo presente en la crucifixión, acompañando a las tres Marías, pasando a ocupar el lugar de un hijo de la Virgen María por mandato del propio Jesús desde la cruz.
Por supuesto que la figura de San Juan Apóstol es lo suficientemente importante como para justificar una completa celebración en su honor, no obstante, el Santoral Católico del 27 de diciembre no está completo sin los nombres de otros santos y beatos que son honrados en este día, entre los que podemos mencionar a Santa Fabiola, Beato Alfredo Parte y Beato José María Corbín Ferrer.