La Comisión Europea ha dado el visto bueno a los presupuestos españoles y un día después el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha recordado la necesidad de hacer ajustes fiscales mediante la vía de ingresos y de la eficiencia en los gatos. Se conoce que Bruselas ha dado el visto bueno a las cuentas públicas y que, según la Autoridad Fiscal, no parece que vayan a bajar demasiado el déficit del próximo año aunque se incluyan ciertas medidas contra la inflación.
El FMI pide a España que haga una consolidación fiscal estructural
El FMI ha señalado que para el 2023, en pleno año electoral, el Gobierno debería tener en el punto de mira emprender una consolidación fiscal a nivel estructural que contemple entre un 0,25 y un 0,5 puntos del PIB. Esto quiere decir, entre 3.200 y 6.500 millones de euros para poder aprovechar el impacto positivo que se espera que tengan los fondos europeos.
Esto ayudará a impulsar la confianza de los inversores y también a mantener contenidas las presiones inflacionarias. Se ha comentado también que el plan presupuestario que está establecido de manera provisional contiene una serie de reducciones en el déficit de rango bajo contemplando el 0,3% del PIB. Esto dependerá principalmente de la cuantía de los ingresos y de un gasto mucho menor en medidas energéticas para el próximo año 2023.
El Gobierno había expresado un escenario presupuestario diferente en Bruselas considerando hacer un gasto similar al del año 2022 en el paquete de ayudas a la inflación. Es posible que por esa razón el FMI recomendase al país ahorrar. Después del año 2024, el Fondo indica que habrá que aumentar los esfuerzo de consolidación para poder llegar por lo menos a 0,6 puntos del PIB cada año hasta que acabe la década. Esto se traduce en cerca de 8.000 millones de euros anuales.
Todo ello con el objetivo de encauzar la deuda y de lograr tener un mayor equilibrio. El Banco de España está de acuerdo con esta opinión y ha pedido que el próximo año inicien los esfuerzos por consolidar el país a nivel fiscal teniendo en cuenta las subidas de tipos, ralentización económica global y la deuda elevada después de la pandemia y la Gran Recesión.
Todo esto es la conclusión preliminar que ha publicado el personal técnico del FMI después de haber realizado su visita a España para poder realizar la evaluación anual con respecto a la economía española. En concreto, hace referencia al famoso Artículo IV que deben realizar todos los países.
El FMI indica que debe haber más esfuerzos por la consolidación
El FMI ha indicado que durante el año 2022 las finanzas públicas han continuado mejorando, pero la deuda pública sigue estando un poco elevada por lo que se necesitaría más esfuerzos para mantener la consolidación. Indican que hay unos ingresos elevados en comparación con la evolución del PIB por lo que sería prudente pensar que disminuirán con el tiempo de forma parcial.
Debido a la inflación, la partida de pensiones subirá e irá aumentando de manera proporcional por lo que hay que dedicar tiempo a costear los intereses de la deuda. A largo plazo, la población irá envejeciendo lo que tensionará las finanzas públicas y es por eso que el Fondo hace hincapié en reconducir las cuentas públicas y la deuda.
El FMI ha indicado que el Gobierno de España lo ha hecho bien en numerosas ocasiones, pero que ahora debería rebajar la deuda para poder responder de la misma forma que lo hicieron durante la pandemia del COVID-19 y frente a la inflación. Toda estas declaraciones fueron realizadas por la jefa de misión para España, Dora Iakova.
El FMI hace una valoración positiva de la reforma laboral
Kristina Georgieva ha destacado la fortaleza que ha tenido el mercado de trabajo español y ha alabado los resultados positivos que ha tenido la reforma laboral a la hora de fomentar y aumentar el empleo indefinido. Sin embargo, también ha comentado que es muy pronto para poder hacer una evaluación completa y que será esencial hacer un seguimiento para poder verificar si está realmente teniendo el efecto deseado de incrementar la estabilidad en el empleo al mismo tiempo que mantiene la flexibilidad de las empresas.
La recuperación económica también se ha visto ralentizada por los precios de la energía, la desaceleración global, el deterioro de la confianza y las condiciones financieras restrictivas. Es por eso que se prevé que el crecimiento sea más débil en los próximos meses. El PIB crecerá un poco más durante este año alcanzando un 4,6% y el próximo año tendrá un crecimiento más lento de un 1,2%. El Fondo ha indicado que será probable un repunte en la actividad debido a la recuperación de los servicios y también a la desaparición de los cuellos de botella junto con el impulso que otorgarán los fondos europeos.