San Juan de la Cruz fue un religioso de origen español, que tuvo la oportunidad de acompañar a Santa Teresa de Jesús, por muchos años, ayudándola siempre en la fundación de conventos de monjas de Carmelitas Descalzas.
Nuevamente el Santoral Católico nos da una oportunidad para felicitar a todos aquellos parientes y amigos que hayan sido bautizados con el nombre de Juan, que según el Instituto Nacional de Estadística, en España son alrededor de 340.000, y puede que hayan sido bautizados sólo con el nombre de Juan con un nombre compuesto que incluya a Juan. Y no estamos haciendo referencia a las Juanas, que también hay muchas, quienes normalmente celebran su santo el 24 de junio, día de San Juan Bautista.
San Juan de la Cruz
San Juan de la Cruz fue un reconocido religioso y poeta de la edad del remamiento español, que tuvo un papel destacado en la reforma de la Orden de Nuestra Señora del Monte Carmelo, y fue el que cofundó la Orden de los Carmelitas Descalzos junto a Santa Teresa de Jesús.
Fue en el año 1542 cuando San Juan de la Cruz nació, en la población de Fontiveros, en la provincia de Ávila, pueblo en el que pudo pasar los primeros años de su vida, hasta que toda la familia tuvo que mudarse a Medina del Campo, por causa del fallecimiento de su padre.
Ya en Medina del Campo, San Juan de la Cruz ingresó en el Colegio de la Doctrina, donde ejerció como Acólito de las monjas Agustinas de la Magdalena, trabando conocimiento con el noble español Alonso Álvarez de Toledo, por medio de cuya intercesión pudo ingresar a trabajar en el hospital de la Concepción, y patrocinó sus estudios para poder convertirse en sacerdote.
En el año 1551, la Compañía de Jesús fundó en Medina del Campo un colegio y San Juan de la Cruz ingresó inmediatamente en él, como uno de sus primeros alumnos, para estudiar Humanidades, hasta que llegó a ordenarse como sacerdote en el año 1567, tras lo cual éste religioso se encontró de manera fortuita con Santa Teresa de Jesús, en la casa de Blas Medina, y tuvo la oportunidad años después, de acompañarla en la fundación del primer convento de los Descalzos en Duruelo.
Desde ese momento, San Juan de la Cruz fue uno de los más importantes formadores de los nuevos defensores de la reforma de los Carmelitas, terminando por asumir la labor de vicario y de confesor de las monjas que se encontraban en el Convento de la Encarnación. En los años que siguieron, San Juan de la Cruz acompañó a Santa Teresa de Jesús en la fundación de distintos conventos de Carmelitas Descalzas, siendo un ejemplo de ellos el de Segovia.
Los conflictos entre Carmelitas
Pero fue en ese mismo período cuando los conflictos ente las jurisdicciones de los Carmelitas Calzados y los Descalzados llegaron a su punto crítico, por causa de las distintas formas espirituales de ver la reforma del catolicismo.
En medio de la confrontación, en el año de 1575, el Capitulo General de los Carmelitas decidió mandar a un visitador de la Orden que suprimiera aquellos conventos que habían sido formados sin tener una licencia del General y con la orden de recluir a Santa Teresa de Jesús en un convento.
Esa fue la causa por la que se ordenó que San Juan de la Cruz fuera encarcelado, pero logró fugarse, regresando a Segovia, pero en el camino enfermó y tuvo que ser trasladado a Úbeda, ciudad en la que falleció.
El 14 de diciembre no sólo se conmemora a San Juan de la Cruz, sino que el Santoral Católico nos recuerda la existencia de otros santos y beatos a quienes debemos rendir honores en este día, entre cuyos nombres están:
San Agnelo, San Ares, San Ateo, San Dióscoro, Santa Dróside, San Elías, San Folcuino, San Folenino, San Herón, San Matroniano, San Nicasio, San Pompeyo, Santos Tirso, Leucio, Calínico y compañeros, mártires, San Venancio Fortunato, Beato Buenaventura Bonaccorsi, Beata Francisca Schervier, Beato Namtala el Hardini y Beato Protasio Cubells Minguell.