La reciente reclamación de indemnización por despido del sindicato español UGT ante el Comité Europeo de Derechos Sociales podría llegar a buen puerto si nos atenemos a la legislación europea, concretamente al convenio 158 sobre la terminación de la relación de trabajo de la Organización Internacional de los Trabajadores y al artículo 24 de la Carta Social Europea, que el Gobierno de España ratificó en 2021. Con ello, los 33 días por año trabajado en los casos sin causa justa podría pasar a 45 días.
Pero está el otro lado de la moneda, como han advertido algunos abogados y expertos en la materia: el riesgo de menos contratación e indemnizaciones personalizadas o a la carta. No obstante, todo parece a favor de UGT, teniendo en cuenta que los sindicatos italianos y franceses cursaron la misma reclamación bajo los mismos argumentos legales, y los dictámenes resultaron favorables. Los sindicatos italianos ya lo habían hecho en 2017, mientras que los franceses lo hicieron este mismo año.
OPTIMISMO Y MIEDO CON LA INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO
Fernando Luján, secretario confederal de UGT, declaró al diario El Mundo que se mostraba «muy optimista» en llegar a un acuerdo. «Lo más inteligente sería negociarlo en el diálogo social y que se incorporara el cambio al nuevo Estatuto de los Trabajadores del siglo XXI que está promoviendo el Gobierno», señaló. Son, por tanto, partidarios de volver a los 45 días por año trabajado en los casos de despido improcedente, más el posible plus en función de cada caso y de la persona despedida, precisamente por ser una situación injusta.
SON PARTIDARIOS DE VOLVER A LOS 45 DÍAS POR AÑO TRABAJADO POR DESPIDO IMPROCEDENTE
En el lado del miedo están los abogados, y en dos frentes: por un lado por la judicialización en sí; por otro en lo laboral, ya que suele conllevar un impacto negativo en la contratación. A más trabas y despidos más caros, más reticencia a contratar. Con la actual situación económica, que se agravará a corto plazo, más el aumento reciente del coste por trabajador, sumando esta posible nueva resolución, puede ser la tormenta perfecta para un frenazo brusco en el empleo y un mayor aumento del paro.
ESPAÑA FRENTE A EUROPA EN COSTE DE CONTRATACIÓN Y DESPIDOS
Como siempre en cualquier factor económico y laboral, con voces a favor y en contra de unas posturas y las contrarias, hay que analizar al menos comparativamente la situación de España respecto a Europa. ¿Es caro o económico despedir en España? ¿La flexibilidad en el despido favorece la contratación? Lo cierto es que Europa aboga más por la protección al trabajador, al menos aparentemente, que por la liberalización del sistema, en el eterno debate entre unos y otros. Sin embargo, vamos a ver cómo es intencional, pero en la práctica no lo es tanto.
La regulación de la indemnización por despido planteada en la última Comisión de Trabajo del Congreso de los Diputados, con el objetivo de la redacción del próximo Estatuto del Trabajo del siglo XXI, tiene la intención de disuadir al empresario de extinguir el contrato y, a la vez, reparar el daño al trabajador.
Como hemos visto, la ley y disposiciones están de parte de un despido cuantioso, o al menos mayor, en este caso de 45 días. Sin embargo, muchas voces ven en estas políticas una rémora para el que contrata, y por ende una disminución en la creación de empleo, con lo que al final el más perjudicado, paradójicamente, sean los propios trabajadores a proteger. Los que abogan por una indemnización menor o incluso que no hubiera, alegan que en los países que han optado por estas políticas laborales apenas tiene paro, y lo achacan en parte a este flexibilidad laboral.
LA INDEMNIZACIÓN POR DESPIDO EN EUROPA
Recordemos que en estos momentos la indemnización en España por despido es de 20 días por año trabajado, que asciende a 33 si es improcedente. Para empezar, hay que señalar que es la cuantía más alta de Europa y la tercera de todos los países desarrollados, solo por detrás de Israel y Turquía. ¿Tiene relación esto con que tengamos también la tasa de paro más alta y endémica de Europa?
Veamos en los países europeos, sobre todo fijándonos en las potencias alemana y francesa. Podríamos pensar que el país galo, por ser el más social de Europa, es quien tiene la indemnización más alta por despido, o al menos cercana a la española, pero no es así. La más próxima es Alemania, con un derecho a indemnización de casi 11 semanas si alcanzan los cinco años de antigüedad. En cambio en Francia los empleados perciben apenas 5 semanas por cada 5 años trabajados.
¿Y qué pasa con los nórdicos, los reyes de las socialdemocracias occidentales y ejemplo de derechos sociales? Pues, como ocurre con la fiscalidad para las empresas, son los más rígidos para el trabajador de todos, un paraíso para las tesis liberales. Directamente no tienen indemnizaciones por despido ni salario mínimo fijado por ley, con lo que la flexibilidad y descentralización laboral es muy alta.
En Dinamarca, por ejemplo, el coste por despido es cero, sin importar los años que lleve el trabajador en la empresa. Ni siquiera han de notificarlo con preaviso. Una situación que hubiéramos apostado que solo se producía en países como Estados Unidos. Lo mismo ocurre en Finlandia, Suecia, Austria o Bélgica, si bien en estos dos últimos con unos plazos exigentes de preaviso. Y sí, son países todos ellos con tasas de paro mínimas, aunque sin duda las causas son otras muchas.