Desde hace mucho tiempo el Gobierno tenía un plan para contratar trabajadores extranjeros, pero hasta el momento no se daban las pautas y las necesidades requeridas para hacerlo. Sin embargo, con el paso de las fechas, cada vez tomaba más fuerza el planteamiento que recorría los pasillos del Ministerio de la Seguridad Social: buscar trabajadores de fuera antes que hacerlo con los españoles.
Esto no es algo que sea premeditado, ni mucho menos, pero sí era una idea en la que se propiciaba la elección principal a la hora de buscar trabajadores, sobre todo de países en conflicto, como Ucrania o Rusia, entre otros.
En este sentido, el Ejecutivo, con el Ministerio de Trabajo a la cabeza, lo que quería era, sin olvidarse de los españoles, darles una oportunidad laboral a manos extranjeras para ofrecer un recurso a estas familias, pero también, claro, porque sale más barato hacerlo.
Una oportunidad laboral para los extranjeros en la construcción
Era un plan que tenía una posibilidad importante, especialmente en los que son los trabajos más forzosos o donde la fuerza bruta apremia, en sectores donde el esfuerzo está realmente recompensado.
El claro ejemplo, desde siempre, ha sido el sector de la construcción, un trabajo al alza en España que, tras la pandemia, ha vuelto a recuperar la senda que traían, moviéndose con agilidad, flexibilidad y firmeza.
Y es que el sector de la construcción tiene una relevancia nada desdeñable, suponiendo alrededor del 12,5% del PIB de España y dando empleo a más de 1,3 millones de personas de nuestro país.
Debido precisamente a este peso en nuestra economía, el sector ha tenido que sobreponerse a múltiples impactos en sus operaciones y estructura de mercado, así como superar notables dificultades financieras.
El encarecimiento de las materias primas, que ha llevado a un aumento de los costes de construcción de más del 13% en el sector residencial, por ejemplo, también se ha convertido en un quebradero de cabeza para el sector, que espera una estabilización de los precios a lo largo del próximo año.
Asimismo, la falta de mano de obra cualificada es otro de los principales retos para las empresas desde hace ya tiempo. Además, esta carestía de profesionales cualificados podría agravarse con la llegada de los fondos europeos, ya que se espera un fuerte incremento de la actividad de inversión en infraestructuras relacionadas con el medio ambiente y la sostenibilidad. Y ahí es donde ha querido posicionarse el Gobierno.
El Gobierno se posiciona a favor de traer trabajadores extranjeros para cubrir las vacantes en construcción
Ante esto, el Gobierno plantea una solución: el mayor plan de inversiones de la historia, que exigirá probablemente del mayor contingente de trabajadores extranjeros de la Historia. El planteamiento en el Gobierno asciende a 62.000 personas, una iniciativa que Trabajo, con Yolanda Díaz a la cabeza, ha bloqueado.
Así, el Ministerio de Seguridad Social está ya trabajando con todos los ministerios para que el catálogo de ocupaciones de difícil cobertura se actualice de acuerdo con los perfiles laborales que se estimen necesarios porque no puedan ser cubiertos por trabajadores locales.
En este contexto, las informaciones dicen que Seguridad Social plantea a los sectores una triple vía para ampliar el número de inmigrantes disponibles para trabajar, especialmente, como decimos, con el contingente de ucranianos que han recibido refugio en España huyendo de la invasión de Rusia, así como la regularización de muchos trabajadores que están en España de formar irregular.
Trabajo paraliza la idea
Pero, ante esta propuesta, ha sido la misma Yolanda Díaz quien se posicionó en contra, manifestando que el sector español de la construcción acumula un total de 200.000 parados, de los cuales 42.000 son migrantes, frente a las 5.000 vacantes.
En esta línea, el Ministerio de Trabajo se posiciona en contra de esta medida impulsada por Seguridad Social, aquí con José Luis Escrivá, donde también advierten más un problema de organización y de atraer a trabajadores de otros sectores, con formación y mejores ofertas. La conclusión, por el momento, es que esta idea esté paralizada hasta ser analizada para una evaluación con los propios sindicatos, quienes, también, se mostraron en contra de este plan histórico del Gobierno para contratar extranjeros.