Una de las bebidas más demandadas en el mundo, sea cual sea el momento del día y el lugar en el que nos encontremos, es el café. Se trata de un alimento que aporta infinitas ventajas nutricionales a nuestro organismo, además de tratarse de un vehículo perfecto para socializar. De ahí que no sea extraño que toda nuestra vida, prácticamente, gire en torno a una humeante y sabrosa taza de café.
Son muchas las formas de preparar un café e infinitas las combinaciones que podemos encontrar al mezclarlo con otros alimentos. Además, cada zona del mundo tiene sus propias técnicas. Sin embargo, en la que todos coinciden es en el empleo del café soluble como método más rápido y sencillo, mucho más si tenemos que prepararlo en casa. Los fabricantes de Productos Solubles como Simat, con 40 años de experiencia en la elaboración y distribución de este tipo de productos, lo tienen claro, especialmente por sus múltiples ventajas. ¿Quieres conocerlas?
Historia del café soluble
Los seres humanos, en su afán por ganarle tiempo al tiempo, van creando nuevas técnicas con las que sacar un mayor rendimiento al reloj. Es así como necesitamos acciones con las que obtengamos resultados inmediatos. De ahí la gran proliferación de las comidas preparadas, por ejemplo. Dentro de este ámbito, pero sin perder el placer en la degustación ni los valores nutricionales, nos encontramos con el café soluble o instantáneo. Pero ¿quién fue su creador?
Tanto en el inventor como en la fecha de creación, existe una clara controversia. Para algunos estudiosos, fue en 1881 cuando Alphonse Allais, escritor y científico francés, patentó lo que hoy conocemos como café soluble. Sin embargo, y según afirman distintos autores, fue creado en 1901 por Satori Kato, un científico estadounidense de origen japonés.
¿Cómo se obtiene el café soluble?
Aunque pudiera parecer que se trata de un proceso casi mágico, son varias las técnicas que pueden emplearse. Sin embargo, la más habitual suele ser la spray-dry.
Consiste en tostar el café a menor temperatura que en la del grano normal, entre 190 y 210 grados. A continuación, se muele y es solubilizado en agua caliente.
Otra técnica es la liofilización, el proceso es el mismo que el anterior; sin embargo, para el último paso, en vez de utilizar el agua caliente, se somete a una congelación brusca a muy bajas temperaturas.
Sea cual sea la técnica empleada, el resultado es el mismo: un café de gran calidad que no ha perdido en ningún momento ni su intenso sabor ni su particular aroma.
5 ventajas del café soluble
1. Rápido de preparar
Es, sin duda, su mayor ventaja. Con el café soluble solo tienes que abrir el sobre y mezclarlo con cualquier líquido caliente. Sean cuales sean tus gustos, en unos segundos, tienes tu café listo para disfrutar, tanto si es con leche o con agua.
2. Fácil de transportar y almacenar
Gracias a su tamaño mínimo y la ligereza en el peso, es sumamente sencillo su transporte y, también, su almacenaje. No necesitas de gran espacio en el armario de la cocina o en la estantería de la oficina para tener tu café siempre a mano. Además, al hacer la compra en el supermercado, tampoco ocupa mucho lugar en la cesta.
3. Mayor durabilidad
Otra de las ventajas del café soluble es su larga vida. Gracias a ella podemos guardarlo durante un periodo más largo. Sin olvidar que muchos de ellos vienen envasados al vacío, lo que lo hace todavía más longevo.
4. Más económico
El café soluble resulta mucho más económico que el café de grano, por lo que disfrutar de una buena taza no restará placer a tu paladar, pero sí lo notará tu bolsillo.
5. Siempre contigo
Y como último motivo es que siempre puedes llevarlo contigo. Un sobre de café soluble no ocupa nada en tu cartera, bolsillo o neceser. Así siempre estarás seguro de poder disfrutarlo en el momento y lugar que te apetezca.
Si todavía no has disfrutado de un buen café soluble, no lo dudes y lánzate al mejor de los placeres. Porque si tu tiempo es oro, lo es mucho más con una taza de café.