El Lehendakari, Iñigo Urkullu, ha reclamado hoy que Euskadi esté en el Ecofin y propuestas concretas para «el encaje de las Regiones Constitucionales con competencias legislativas», como Euskadi, en la gobernanza en la UE. Así lo ha pedido durante su intervención en una mesa de expertos organizada por el Instituto Jacques Délors en París. Además, ha planteado la configuración gradual de un sistema impositivo europeo «que evite la competencia fiscal».
Urkullu ha participado como ponente en este foro organizado en la capital francesa, donde se encuentra de viaje oficial encabezando una delegación del Gobierno Vasco. Tras agradecer su participación en «uno de los centros de pensamientos europeos más prestigiosos», el Lehendakari ha presentado las principales líneas del documento ‘Euskadi ante la Conferencia sobre el futuro de Europa’.
En su alocución, el Lehendakari ha aludido a las tres crisis globales concatenadas que se han padecido: la crisis financiera de 2008 de la que se salió en diciembre de 2019, la pandemia de la covid-19 declarada en marzo de 2020 y la posterior invasión de Rusia a Ucrania, que «amenaza seriamente a las democracias liberales europeas».
Tras destacar que nunca habían coincidido tres crisis similares en el tiempo, ha afirmado que «ni un país como Euskadi, ni un Estado por sí solo, tienen capacidad de revertir las causas de esta situación». «Se confirma la máxima de que los Estados son demasiado pequeños para los problemas de gran alcance y demasiado grandes para resolver los problemas más locales, domésticos», ha añadido.
Por ello, cree que la clave «es actuar localmente tomando en consideración las grandes tendencias globales»: socio-demográficas; ecológicas y energéticas, y económicas y tecnológicas.
En este contexto, ha defendido que «el multilateralismo y la concertación en Naciones Unidas y en la Unión Europea, constituyen vías determinantes para enfrentar la situación». Por ello, considera «clave» fortalecer las instituciones, su interacción con la sociedad, «y proteger su modelo de democracia y de vida en comunidad».
UNA EUROPA «FUERTE E INTEGRADA»
«Defiendo una Europa fuerte, más integrada, con unas políticas propias tanto internas como externas. Europa se ha consolidado cuando ha tenido que reaccionar a las grandes crisis. Por encima de los intereses estatales, es el momento de dar un nuevo impulso político y económico para configurar Europa como un actor relevante en este ‘cambio de época’ que estamos viviendo», ha subrayado.
A su juicio, «esta refundación de Europa pasa por la definición de un nuevo esquema de relación con los países vecinos para crear una Comunidad Política Europea, así como una revisión de la gobernanza de la Unión».
«Desde esta visión política, entiendo Europa como unión de los pueblos que la componen, asentada en el principio de subsidiariedad y con una gobernanza multinivel; una Europa que construya sus consensos desde abajo hacia arriba, otorgando un espacio a los pueblos, naciones, sociedades y gobiernos que conformamos la sociología europea», ha precisado.
Por ello, considera que la eventual convocatoria de una Convención Europea para la reforma de Tratados ofrecerá «una gran oportunidad», y ha planteado «los pilares» que, en su opinión, deben tomarse en consideración en este debate: Europa social, Unión Europea de la Salud, Europa competitiva, Europa económico-monetaria, Europa geopolítica, Europa sostenible y Europa política.
En cuanto a la Europa Social, ha abogado por una Unión Europea «de laigualdad, con más y mejores puestos de trabajo, comprometida con la protección y la inclusión social». Asimismo, se ha referido a la Unión Europea de la Salud, para remarcar que la pandemia ha desencadenado una nueva agenda europea «que invita a construir nuevas estrategias de cooperación» en materia sanitaria.
En este sentido, ha subrayado el apoyo de Euskadi al nuevo programa sanitario reforzado ‘La Unión Europea de la Salud’, que la Comisión Europea presentó en noviembre de 2020 y que contempla «un marco jurídico más sólido y completo que permita a Europa estar preparada y responder a amenazas sanitarias globales».
No obstante, ha exigido «una eventual cesión de competencias, querespete la arquitectura institucional de cada Estado miembro y, en particular, el rol central de las Regiones con competencias legislativas en salud».
En el ámbito de una Europa Competitiva, ha dicho que la creación del mercado único ha propiciado que la UE «sea un gigante económicomundial, pero no garantiza la competitividad». Por ello, ha propuesto que vaya «acompañado de una política industrial ambiciosa e integrada con otras políticas» en materia de investigación e innovación, comercio, educación y formación.
FONDOS EUROPEOS Y FISCALIDAD
Dentro del pilar de la Europa Económico-Monetaria, ha propuesto que los Fondos Europeos «operen como palanca de auténtica transformación socioeconómica«. Sin embargo, ha lamentado que «la escasa participación de las autoridades regionales y locales en la definición de Planes Nacionales de Recuperación y Resiliencia pone en riesgo el éxito de su implementación».
Otro planteamiento que ha expuesto el Lehendakari es la configuración gradual de un sistema impositivo europeo «que evite la competencia fiscal», y ha apuntado que, dado que Euskadi cuenta con competencias exclusivas en política tributaria, se articule un mecanismo de participación de las instituciones vascas en los foros de decisión de laUE, en especial el Consejo de Economía y Finanzas (ECOFIN).
En cuanto a Europa Geopolítica, ha recordado que «hoy la paz es un bien a conquistar». En esta línea, ha dicho que la UE «debe reforzar su autonomía estratégica en materia de seguridad y defensa».
En el marco de una Europa Sostenible, ha incidido en la necesidad de desarrollar un sector eléctrico basado en energías renovables y una economía circular. «El Gobierno vasco ha alineado su actuación en materia de sostenibilidad con la propuesta europea. Así, Basque Green Deal es una hoja de ruta propia, orientada a lograr un futuro más sostenible», ha puntualizado.
Iñigo Urkullu ha puesto el acento en el impulso de las interconexiones energéticas y la culminación del despliegue de la red transeuropea de transporte ferroviario, completando la conexión del Corredor Atlántico.
Enmarcado en el pilar de una Europa Política, ha señalado que es «innegable» que la UE ha evolucionado de «ceguera regional» hacia «un reconocimiento creciente, aunque limitado, de las Regiones», y ha asegurado que «la efectiva gobernanza multinivel europea es aún una asignatura pendiente».
«Urge abrir un debate y formular propuestas concretas encaminadas a arbitrar un adecuado encaje de las Regiones, en especial de las Constitucionales, con competencias legislativas, y aquellas que representan a realidades nacionales sin Estado, en la futura gobernanza de la Unión», ha remarcado.
En línea con la tesis defendida por Alain Lammassoure en la última Convención para el futuro de Europa, ha propuesto «el reconocimiento del estatus de Región Asociada de la Unión de los pueblos y naciones sin estado que históricamente vienen expresando una voluntad de autogobierno y se muestran comprometidas con la integración europea», tal como propugnan los 16 Gobiernos de Regiones con competencias legislativas agrupados en torno a la iniciativa RLEG.
El lehendakari ha finalizado su intervención haciendo suya una idea de uno de los padres fundadores del proyecto europeo, Jean Monnet, quien afirmaba: «no estamos formando coaliciones entre Estados, sino una unión entre pueblos». «Seguiremos trabajando por una Europa asentada en la unión entre los pueblos que la componemos», ha asegurado.