San Eugenio de Toledo es otro de los muchos santos españoles que son recordados por el Santoral Católico. Reconocido como poeta y escritor, San Eugenio de Toledo llegó a ocupar el puesto de Obispo de esta provincia de Castilla-La Mancha. Hoy los que han sido bautizados como Eugenio o Eugenia celebran su onomástico, de manera que si tienes entre tus familiares y conocidos, no se te puede olvidar felicitarlos en este día.
San Eugenio de Toledo
San Eugenio de Toledo es considerado a día de hoy como uno de los padres de la Iglesia Católica hispánica. Vivió en la época Visigoda y gracias a sus creaciones literarias, este santo llegó a ser llamado en vida ‘el Poeta’, porque llegó a tener publicaciones muy destacadas.
Entre las que se encuentran el L’ibellus diversi carminis metro’ o ‘Libro de poesías diversas’, y ‘Lamentum de adventu propriae senectutis’ o ‘Lamento por la llegada de mi propia vejez’, creaciones literarias en las que trata temas como el paso del tiempo, la vejez y lo implacable que es la muerte.
San Eugenio de Toledo fue discípulo de San Braulio de Zaragoza, con quien pudo estudiar en la Iglesia de Santa Engracia y pudo comenzar su carrera en la Iglesia de la mano de su gran maestro, quien había sido nombrado en el año 626 como Obispo de Zaragoza. Años más tarde, San Eugenio de Toledo entró en la historia como el gran impulsor del Arzobispado de Toledo, gracias al patrocinio del rey visigodo, por su eminente trabajo y por sus grandes esfuerzos por la fe.
Este santo también llegó a ser reconocido como un gran teólogo y un músico muy bueno, y son sus poemas y los escritos que dejó San Ildefonso, así como un relato de un martiriólogo que data del siglo IX, los que dan cuenta de su vida y de su labor al frente del Obispado de Toledo. En ellos se cuenta que pudo educarse con San Eladio y luego fue atraído por la ciudad de Zaragoza, que tenía fama de ser un gran centro cultural.
Al llegar allí, entró en el monasterio de Santa Engracia, donde trabó conocimiento con San Braulio, quien era considerado como una de las personas más cultas de su tiempo, y que pudo mantenerse en constante comunicación con San Isidoro.
Fundador de una nueva cátedra eclesiástica en Toledo
Cuando San Braulio fue nombrado Obispo de Zaragoza en el año 626, nombró a San Eugenio de Toledo como su arcediano y en 649, Chindasvinto lo nombró Arzobispo de Toledo, tal como lo demuestra la carta que envió el rey visigodo a San Braulio, en la que le expresa su deseo de nombrar San Eugenio como el titular de un Arzobispado en la ciudad de Toledo.
San Braulio se opuso a este nombramiento, porque veía en San Eugenio de Toledo a un perfecto sucesor, pero fracasó en el intento. Gracias a su nueva cátedra en Toledo, San Eugenio pudo darle impulso a la cultura y le cupo el honor de celebrar los Concilios VIII, IX y X de Toledo y tuvo la oportunidad de promover también la música sacra, de la cual era un gran entusiasta.
San Eugenio de Toledo falleció en 657 y sus restos fueron sepultados en la basílica de Santa Leocadia. Aunque se trata de una figura de mucha relevancia, el Santoral Católico del 15 de noviembre debe completarse con nos nombres de otros hombres y mujeres que llevaron también una vida santa, convirtiéndose en ejemplos para su comunidad, entre los que se encuentran:
San Desiderio de Cahors, San Fidenciano y compañeros, San Fintano de Rheinau, San Gurias de Edesa, San José Mkasa Balikuddembé, San Leopoldo el piadoso, San Maclovio de Alet, San Rafael de San José Kalinowski, San Samonas de Edesa, San Sidonio de Rouen, Beata Lucía Brocadelli, Beata María de la Pasión de Chappotin y Beato Cayo Coreano.