Las ampollas en los pies pueden tener múltiples orígenes, pero la más usual se la atribuimos a los zapatos o zapatillas, y es cuando sentimos el dolor y nos arrepentimos de no haber tomado medidas previsivas para que las ampollas no aparecieran, o directamente, deseamos no habernos puesto ese par de zapatos que tan bonitos son pero que tanto daño nos hizo.
1¿Qué es son las ampollas?
Las ampollas son una acumulación de líquido, normalmente transparente, aunque a veces puede parecer sanguinolento, y que resulta del roce repetitivo que nos hace un zapato o zapatilla, o de las rozaduras de piel con la propia piel, en particular entre los dedos de los pies, que puede ser la consecuencia del posicionamiento de los mismos dentro del zapato.
Básicamente se trata de medio por el cual la piel se defiende, protegiendo la integridad de los tejidos internos de cualquier clase de agresión externa por contacto, y adquiere de la forma de una burbuja que duele mucho, formándose a nivel de la capa más exterior de la piel, que es la epidermis.
De hecho, se presentan comúnmente cuando estrenamos zapatos o zapatillas, porque alguna sección de los mismos produce una fricción continuada con la piel, pero esa no es la única causa, porque la presencia de ciertas micosis como el pie de atleta son capaces de producir no sólo ampollas, sino hasta infecciones.