Securitas Direct, compañía líder en el sector de las alarmas conectadas para hogares y pequeños negocios, ha participado en la campaña ‘Reto 30×15’ puesta en marcha por la Asociación de Voluntarios de CaixaBank, Fundación Convento de Santa Clara y Mensajeros de La Paz y ha aportado fondos para adquirir una de las ambulancias medicalizadas que se han llevado a Ucrania para atender a heridos sobre el terreno y trasladar material médico-quirúrgico.
Esta aportación, sumada a la solidaridad de otras empresas, particulares, ONG y fundaciones de toda España, ha permitido multiplicar el objetivo inicial previsto de 30 vehículos, consiguiendo hasta la fecha 75 unidades totalmente equipadas para la atención de heridos y personas vulnerables.
Cada una de las ambulancias, valorada en 15.000 euros, se destina a los hospitales de distintas ciudades de Ucrania y está dota de medicamentos, equipos de reanimación, desfibriladores y camilla para atender, de media, a un centenar de personas durante su vida útil que se estima en menos de un mes al ser consideradas un objetivo militar.
Por su parte, Securitas Direct puso en marcha una campaña interna de recaudación de fondos que alcanzó una cantidad de 5.804€, una cifra que la compañía dobló y que entregó a Aldeas Infantiles. Además, y como parte de su campaña solidaria para luchar contra la crisis en Ucrania, Securitas Direct donó material sanitario por valor de más de 70.000€. En total dichas actuaciones suman una donación total de 90.000 euros.
Una ayuda coordinada en favor de los refugiados de Ucrania
Las tres entidades, especialmente comprometidas con el traslado de personas refugiadas y afectadas por la guerra, han organizado y coordinado desde el pasado mes de marzo ocho convoyes humanitarios en los que han estado involucrados directamente más de 300 personas de la Asociación de Voluntarios de CaixaBank, médicos, sanitarios y traductores. Esta acción ha permitido trasladar a España alrededor de 550 ucranianos.
Se trata en su mayoría de mujeres y niños, pero también de enfermos oncológicos que habían tenido que interrumpir sus tratamientos, heridos de guerra, militares y refugiados civiles en situación de vulnerabilidad.