La vida en el día a día puede llegar a ser muy estresante, sobre todo para aquellos que residen en grandes ciudades, donde el ritmo de cada jornada es trepidante, lleno de bullicio, gente en todas partes, prisas, atascos y colas en todas partes. Para escapar de esto y desconectar completamente, nada mejor que refugiarse en pequeños pueblos de montaña, donde tiempo transcurre de otra manera. Organiza tus escapadas de fin de semana poniendo rumbo a alguno de estos pueblos aislados y solitarios, llenos de encanto y belleza.
1SAN MARTÍN DE TREVEJO, EN CÁCERES
San Martín de Trevejo también es conocido como la Raya, y se encuentra en Cáceres, muy cerca de la frontera portuguesa. Se ubica en plena Sierra de Gata, una zona en donde hay numerosos picos de más de 1.400 metros de altura. La localidad se ubica a los pies del monte Jálama, y en otros tiempos fue un punto que se disputaron España y Portugal. Hoy cuenta con algo más de 780 habitantes y conserva toda la esencia que le ha dado su identidad. Es uno de los pueblos más especiales, ya que hasta cuenta con un idioma propio llamado A Fala, una lengua procedente del galaico-portugués que también se habla en municipios cercanos como Valverde del Fresno y Eljas.