El 70 por ciento de los presos de ETA están ya en algunas de las tres cárceles del País Vasco tras hacerse efectivo el último traslado de 12 ex miembros de la banda terrorista, entre ellos Francisco Javier García Gaztelu, alias ‘Txapote’, y Henri Parot, dos de los terroristas con un historial más sanguinario.
Los dos fueron trasladados el pasado viernes a Zaballa, en Álava, una prisión que acoge ya a 66 presos etarras cumpliendo condena, según los datos recopilados por la Asociación Víctimas del Terrorismo (AVT). Es decir, este centro penitenciario concentra a más de la mitad de los que han sido trasladados a cárceles vascas por decisión de la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias, dependiente del Ministerio del Interior.
Del total de 123 presos en cárceles vascas –algunos aún sin materializarse tras el anuncio de Interior–, en la de Martutene (Guipúzcoa) están 28 etarras cumpliendo condena, la misma cifra que en Basauri (Vizcaya). Además, en el caso de un terrorista no se ha especificado la prisión en la que está cumpliendo condena.
El colectivo de apoyo a los presos, Etxerat, ha informado este lunes del traslado de los últimos 12 presos de ETA, de acuerdo a lo anunciado a finales de agosto por Instituciones Penitenciarias: ocho etarras han ido a Zaballa, tres a Martutene –entre ellos Jon Igor Solana Matarrán– y uno más –José Antonio Zurutuza Sarasola– a Basauri.
PREOCUPACIÓN DE LA AVT
En una jornada de trabajo en Zaballa por el primer año de la transferencia de prisiones, la consejera de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales del Gobierno Vasco, Beatriz Artolazabal, ha insistido este lunes en que «no hay tratamientos colectivos» para los presos de ETA y que ninguno «obtendrán beneficio o perjuicio alguno en los centros penitenciarios vascos, sea de ETA o no».
Tras rechazar que las prisiones vascas puedan ser calificadas de «hoteles o resorts» para los terroristas, Artolazabal ha apuntado que ya se ha tramitado 457 progresiones de grado a presos, de las que 25 (5%) han sido a presos vinculados a ETA. «La sociedad en su conjunto se beneficiará de la resocialización», ha añadido antes de refrendar que están «muy cerca» del 40% de semilibertades que se propuso como «meta».
La AVT ha reaccionado a este primer año de transferencia de prisiones, que se cumple el próximo 1 de octubre, mostrando su preocupación por la cifra que indica que el 70 por ciento de los presos etarras están en el País Vasco, una comunidad autónoma que apuesta por un modelo penitenciario que «potencia el régimen abierto». Desde febrero, con los primeros anuncios de progresiones, se han acordado 24 terceros grados y un segundo grado con el principio de flexibilidad en aplicación del artículo 100.2. La AVT ha recordado que más de la mitad, 16, han sido recurridas por la Fiscalía de la Audiencia Nacional y las dos primeras decisiones judiciales que se dictaron ya fueron revocadas.
El juez de Vigilancia Penitenciaria de la Audiencia Nacional, José Luis de Castro, justificó su decisión de revocar el tercer grado para Gorka Martínez Ahedo y José Ignacio Bilbao Gaubeca en la falta de un perdón expreso a las víctimas de sus delitos. El juez recordaba que la ley exige como «requisito» para la concesión del tercer grado que conste una «petición expresa de perdón a las víctimas» del delito, así como el abono en concepto de responsabilidad civil.
La Audiencia Nacional revocó con anterioridad otros tres terceros grados, en este caso otorgados a iniciativa de Instituciones Penitenciarias, organismo dependiente del Ministerio del Interior: Unai Fano, Jon Crespo e Iñigo Gutiérrez. La Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional tampoco apreció un «arrepentimiento expreso» de los delitos cometidos y del daño causado.