Victoria Federica vivió este domingo uno de los mayores sustos de su vida. Después de celebrar su 22º cumpleaños por partida doble – el viernes 9, día en el que nació, con amigos en Madrid y el sábado en Valladolid viendo torear a Roca Rey, con el que se rumorea que podría tener algo más que una buena amistad – la hija de la Infanta Elena descansaba en su domicilio cuando un fuerte dolor hizo saltar todas las alarmas. De inmediato fue trasladada en ambulancia a la Clínica Quirón en Pozuelo de Alarcón y, poco después, era operada de urgencia a causa de una peritonitis.
Dolorida pero fuera de peligro, la influencer recibía este miércoles en torno a las 13.30 horas el alta hospitalaria, y poco después la veíamos llegar a la casa que comparte con su madre en el madrileño barrio de Chamberí, donde ya se recupera rodeada de su entorno más cercano.
Un susto importante que sin embargo no ha hecho que la Infanta Elena y Jaime de Marichalar modifiquen sus agendas. Así, mientras su hija pasaba su última mañana en el hospital y se preparaba para volver a su domicilio, la hermana del Rey Felipe VI cumplía con sus obligaciones laborales y no faltaba la Fundación Mapfre.
Minutos después de la llegada de Victoria a casa, su madre abandonaba su puesto de trabajo para reencontrarse con su hija y, muy seria y fiel a su discreción, evitaba pronunciarse sobre el estado de salud de la influencer.
Una actitud idéntica a la de Jaime de Marichalar que, horas después del alta hospitalaria de la niña de sus ojos y como apasionado de la moda que es, asistía a uno de los desfiles previos a la MBFW Madrid en el centro de la capital. A su llegada a su domicilio pudimos preguntarle por el susto que vivió con la operación de Victoria pero, muy serio, ha preferido dar la callada por respuesta y dejar en el aire cómo está la influencer.