El Congreso ratificará este jueves el protocolo de adhesión de Suecia y Finlandia a la Alianza Atlántica, un texto que se va a tramitar por el procedimiento de urgencia y en lectura única, es decir, con un sólo debate en el Pleno, sin necesidad de pasar por la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara.
Los dos acuerdos, un protocolo con cada país firmados en la Cumbre de Madrid del mes de julio, fueron remitidos al Parlamento en el Consejo de Ministros del 1 de agosto, pero hasta la pasada semana no pudieron ser calificados por la Mesa del Congreso, ya que los dos meses de verano están fuera del periodo ordinario de sesiones.
La primera decisión fue aplicar el procedimiento de urgencia que había pedido el Gobierno, lo que implica reducir todos los plazos parlamentarios a la mitad. En concreto, se acordó que los grupos presentaran sus enmiendas a más tardar este viernes.
SÓLO DEBATE EN PLENO
Pero, además, la previsión es que los protocolos de adhesión sigan la vía de la tramitación directa y en lectura única, es decir, que sólo se discutan en el Pleno de la Cámara, sin pasar por ponencia ni comisión. Esta tramitación debe ser avalada por el Pleno el próximo martes y se da por hecho que no suscitará problemas.
Una vez cumplido ese trámite, el debate de ratificación se prevé para el jueves, día 15. España es uno de los pocos países de la Alianza que aún no han completado este proceso parlamentario, requisito imprescindible para hacer efectiva la incorporación de Suecia y Finlandia.
Según el último balance del Departamento de Estado de Estados Unidos, Eslovenia fue el vigesimoprimer miembro de la OTAN que dio su respaldo formal, uniéndose así a países como Alemania, Francia, Italia, Reino Unido o Estados Unidos, que ya han tramitado la entrada en la OTAN de suecos y finlandeses.
A principios de septiembre solo nueve aliados tenían pendiente realizar el trámite. Aparte de España, todavía faltaba la ratificación formal de Croacia, República Checa, Grecia, Montenegro, Portugal, Eslovaquia, Hungría y Turquía. Preocupa, en especial, el visto bueno de Ankara después de que bloqueara varias semanas el proceso de negociaciones de entrada alegando una supuesta connivencia con el grupo terrorista Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK).
En España, se da por hecho que el voto parlamentario saldrá adelante, si bien Unidas Podemos ha evitado adelantar si dará su apoyo. Por el momento, sí ha confirmado que no presentará enmienda de totalidad. El grupo confederal sostiene que la OTAN es una organización «obsoleta», aunque también dice respetar la decisión tomada por los países nórdicos.
PROCESO DE RATIFICACIÓN
La ratificación es la etapa más larga en el proceso de adhesión a la organización militar, con el procedimiento burocrático de todos los aliados que, a su vez, cuentan con distintos sistemas de validación e implica, en muchos, casos votaciones parlamentarias.
Una vez todos los miembros de la alianza y los candidatos han aprobado estos protocolos, el siguiente paso lleva a Washington, donde los documentos se depositan ante el Gobierno de Estados Unidos, en concreto en el Departamento de Estado. No es hasta que se entregan todos que el país aspirante se convierte en miembro de la OTAN. El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, pidió agilizar al máximo el trámite para tener una ratificación rápida, reconociendo que todo el proceso llevará meses.
Aunque la OTAN ha puesto en valor que la solicitud de adhesión se ha resuelto favorablemente en 7 semanas, siendo el proceso de entada más rápido en la historia de la Alianza, lo cierto es que cuando Suecia y Finlandia solicitaron conjuntamente su entrada en la OTAN el pasado 18 de mayo, la organización atlántica apostaba porque su adhesión fuera aun más ágil y estuviera lista para la cumbre de Madrid de finales de junio, dada la cercanía política y capacidad militar de Suecia y Finlandia y el contexto de guerra en Ucrania.