El día de hoy celebramos la vida de un beato de origen mejicano, que vivió a finales del siglo XVI, que fue beatificado por el Papa Pío IX en 1867. Ciertamente, los caballeros españoles bautizados con el nombre de Bartolomé tuvieron la oportunidad de ser felicitados por su santo el día 24 de agosto, pero el día de hoy se nos presenta otra ocasión para felicitarlos nuevamente.
Beato Bartolomé Gutiérrez
Lo que se sabe de la vida del Beato Bartolomé Gutiérrez es que nació en Méjico, alrededor del año 1580, y desde muy joven entró a la Orden de San Agustín, que es una orden religiosa mendicante, que se formó dentro de la organización de la Iglesia durante el período en el que Inocencio IV fue Papa en Roma, por el año de 1244. Cuando se ordenó como sacerdote, el Beato Bartolomé Gutiérrez fue trasladado al convento de la ciudad de Puebla. Pronto solicitó a sus superiores que fuera enviado a las misiones en Filipinas. Sus compañeros, en broma, le decían que no sería capaz de soportar las penalidades que se sufren en las misiones, debido a que era muy obeso. «Tanto mejor -respondía a estas chanzas- así habrá más reliquias para repartir cuando muera mártir; porque algún día iré a Filipinas y de allí a Japón, a morir por la fe de Cristo». Se volvió misionero, asumiendo la tarea de llevar la palabra de Dios a otras tierras, desplazándose hasta Manila en el año 1605, en compañía de Fray Pedro Solís. Durante 6 años el Beato Bartolomé Gutiérrez fue el maestro de los novicios, y en el año 1612 tuvo la oportunidad de viajar a Japón.
De ese país fue expulsado al año siguiente, junto con todos los demás misioneros que se encontraban en esa tierra, por orden del emperador Taicosama, dirigiéndose nuevamente a Manila, pero sus feligreses le pidieron que regresara otra vez a Japón, en donde pudo vivir y trabajar en la labor del Señor por un lapso de quince años, pero lamentablemente fue delatado en la ciudad de Nagasaki, en Japón, cuando el Beato Bartolomé Gutiérrez ya había sido nombrado presbítero de la Orden de Ermitaños de San Agustín, junto con cinco compañeros, siento todos ellos martirizados, por el odio que los nipones tenían a la fe cristiana.
Como ya había sido expulsado y fue capturado en abierta desobediencia a las órdenes que habían sido dadas por el emperador, se decidió que debía ser torturado y sometido a toda clase de tormentos, por lo que él y sus compañeros fueron sumergidos en aguas sulfurosas hirvientes, hasta que finalmente murió después de haber sido quemado muy lentamente, en el transcurso del año 1632.
Pero el Santoral Católico que corresponde al 02 de septiembre no incluye únicamente al Beato Bartolomé Gutiérrez, sino que debe ser completado con los nombres de otros santos y beatos que igualmente hicieron grandes contribuciones para que la fe cristiana se esparciera por los cinco continentes, entre los que se encuentran San Agrícola de Aviñón, San Antonino de Apamea, San Elpidio del Piceno, San Habib de Edesa, San Nonoso, San Próspero de Tarragona, San Siagrio de Autun, San Zenón de Nicomedia, Beato Brocardo eremita y Beata Ingrid Elofsdotter.