Hijo de la prima de la Virgen María, San Juan Bautista precedió y anunció la llegada del Hijo de Dios, y tuvo la oportunidad de bautizar a Jesús en las aguas del río Jordán. De él se dice que era esenio, asceta y que practicaba un modo de vida bastante frugal, alimentándose únicamente de pan y miel. Tuvo una muerte terrible, porque por capricho de Salomé, la hijastra del tetrarca de Perea y de Galilea, a pedido de su madre Herodías, le solicitó a su padrastro que como regalo por la danza que le había brindado en una celebración, le presentara la cabeza de San Juan Bautista, lo cual el gobernante ordenó que se realizara de inmediato, ya que San Juan Bautista se encontraba preso en los calabozos de su palacio.
San Juan Bautista
San Juan Bautista falleció martirizado por decapitación en la fortaleza de Maqueronte, situada en la ciudad de Perea, que hoy está ubicada en Jordania. Según se cuenta en el Evangelio de San Marcos, luego de que se efectuó el bautizo de Jesucristo en el Jordán, Herodes Antipas llegó a creer que San Juan Bautista había sido resucitado luego de haber muerto. El tetrarca no tenía simpatía por el Bautista porque éste hablaba del grave pecado que había cometido el tetrarca al contraer matrimonio con su cuñada, luego de que ésta se hubiera divorciado de su hermano, algo totalmente contrario a las leyes judías. No había día en el que San Juan Bautista no denunciara este hecho y por ello y para complacer a su esposa Herodías, Herodes Antipas ordenó que San Juan Bautista fuera detenido y encarcelado en su fortaleza, pero el tetrarca no dejaba de considerar que era posible que el Bautista fuera un profeta y se negó a ordenar su muerte, por la reacción del pueblo judío, además gustaba de escuchar las historias que éste contaba.
Pero sucedió que durante las festividades del cumpleaños de Herodes Antipas su sobrina-hijastra, Salomé, lo obsequió con una danza, y éste a cambio juró que le concedería lo que quisiera, entonces su madre le dijo que debía pedir la cabeza de San Juan Bautista colocada en una bandeja de plata, a lo cual Herodes Antipas no pudo negarse, así que de modo reticente, ordenó que fuera decapitado y traída a presencia de Salomé su cabeza, quien inmediatamente se la dio a su madre. El cuerpo de San Juan Bautista fue enterrado por los discípulos que habían seguido al profeta desde hacía mucho tiempo, pero su predicación y la manera en la que se ingresa en el camino de la fe, que es el bautismo, se han convertido en uno de los más importantes sacramentos para la Iglesia Católica, sin el cual un individuo no puede ser considerado cristiano, de modo que sus enseñanzas jamás serán olvidadas.
San Juan Bautista es conmemorado por todo el mundo cristiano, como el gran predecesor de la venida de Jesús y quien jugó un papel muy importante en lo que se ha conocido después como la vida pública de Jesús, y el día de hoy nos ofrece otra oportunidad para felicitar a todos los Juanes y Juanas, que en España son muchísimos, no obstante, el Santoral Católico del día 29 de agosto se completa con los nombres de otros santos y beatos que también realizaron grandes obras por la fe, entre los que podemos mencionar a San Adelfo de Metz, Santa Basila de Sirmio, San Mederico de Autun, Santa Sabina de Roma, San Sebbo de Inglaterra, Santa Teresa Bracco, San Víctor de Nantes, Beata Bronislava de Cracovia, Beato Constantino Fernández Álvarez, Beato Domingo Jedrzejewski, Beato Edmundo Ignacio Rice, Beato Francisco Monzón Romeo, Beato Luis Vulfilocio Huppy, Beata María de la Cruz Jugan, Beato Ricardo Herst y Beata Sancha Szymkowiak.