San Víctor no fue un papa común, siempre estuvo en una locha constante por lograr la uniformidad en la celebración de los ritos católicos y a él se debe que se haya logrado la celebración de la misma de Pascua en un día domingo, así como que la misma fuera oficiada en latín. Gracias a la costumbre de colocar a los recién nacidos el nombre de un santo de los que correspondieron al Santoral Católico del día de nacimiento, en España hay muchísimos caballeros y damas que se llaman Víctor y Victoria, de modo que no sólo estarán celebrando su cumpleaños sino su santo también.
San Víctor Papa y Mártir
San Víctor Papa y Mártir nació en África y llegó a ser el décimo cuarto Papa de Roma, siendo el primero que afirmaba la existencia de un magisterio de tipo moral desde el Obispado situado en Roma, por encima de todos los demás Obispados de la Iglesia. Comenzó a sustituir el idioma griego que era el que se utilizaba en las celebraciones litúrgicas por el latín, aunque el griego siguió siendo el idioma oficial con el que se celebraba la misma hasta el año 230.
Mientras estuvo a cargo del papado, San Víctor logró establecer las bases para que fueran celebrados concilios muy importantes para el cristianismo, ordenándole a los Obispos que se reunieran en sínodos para que consideraran, de acuerdo a sus creencias, si debía continuarse o no la celebración de la Pascua siguiendo la costumbre de la religión judía, que lo hacía el 14 del mes de Nisán, sin importar si coincidiera con un día domingo o no.
Ocurrió entonces que los obispos del Asia Menor, dirigidos por Polícrates, quien era el obispo de Éfeso, se rehusaron abandonar esa práctica que, según su opinión y tal y como le expresó Polícrates al Papa en una carta que le envió hacia el año 190, esta práctica, conocida como cuartodecimal fue la de los apóstoles Felipe y Juan, y la de Policarpo de Esmirna y Melitón de Sardes. La respuesta de San Víctor Papa y Mártir fue enviar una carta a éstos Obispos declarando excluidas de la comunión a las iglesias de Asia. Fue una decisión que ocasionó gran revuelo entre los Obispos. Entonces tuvo que intervenir Ireneo de Lyon, quien luego de explicarle que él personalmente mantenía como día de celebración de la Pascua el domingo, le rogaba a San Víctor Papa y Mártir que siguiera la postura que habían tenido los Papas anteriores, permitiendo la duplicidad de esta costumbre.
Pero San Víctor Papa y Mártir quiso imponer lo que era su voluntad sobre la celebración dominical de la Pascua, dando lugar a un cisma en la Iglesia propiciado por Blasto, fuerte defensor de la práctica cuartodecimal. Luego, en el 198, San Víctor Papa y Mártir excomulgó a Teodoto, un curtidor de Bizancio, por practicar la doctrina adopcionista, aunque no pudo impedir que sus discípulos siguieran propagando sus ideas en Roma, en donde se encontraban individuos procedentes de Asia, de Siria, de Egipto, de Mesopotamia. Otra importante reforma fue autorizar que, en los casos de emergencia, se pudiera utilizar cualquier agua para el bautismo. Dadas sus profundas luchas San Víctor Papa y Mártir fue depuesto del cargo y falleció un 28 de julio del año 199, luego de ser martirizado.
El 28 de julio es el día en el que el Santoral Católico también recuerda a San Acacio de Mileto, San Botvido de Suecia, San Cameliano de Troyes, San Eustacio de Ancira, San Melchor García Sampedro, San Pedro Poveda Castroverde, San Sansón de Dol y Beata Alfonsa de la Inmaculada Concepción Muttathupadathu.