Ya antes hemos indicado que el santoral católico está compuesto por más de 10.000 santos y beatos a los que la Iglesia Católica ha querido reverenciar recordando a varios de ellos cada día del año, por ello hoy recordamos en primer lugar a San León I Abad que fuer ejemplo de grandes virtudes y dotes cristianas. Según la información suministrada por el Instituto Nacional de Estadística, en España hay alrededor de 2.800 caballeros que fueron bautizados con el nombre de León, por lo que deben ser felicitados el día de hoy.
San León I Abad
Nacido con el nombre de León de Lucca, llegó a convertirse en Abad Benedictino y Obispo en Italia, llegando a ser el segundo Abad de la Abadía de Cava, luego de haber sido uno de los primeros discípulos de San Alferio, un noble eremita de la orden salernitana, quien se había fijado en las virtudes cristianas que exhibía San León I desde muy joven y quiso convertirlo en su sucesor, como cabeza de la nueva Abadía de la Trinidad de Cava que fue fundada por San Alferio.
San León I llegó a ejercer el cargo de Abad por unos treinta años, con una vida muy simple, pero no exenta se sinsabores y riesgos, porque según se cuenta en los registros, un señor noble de la localidad se enemistó con la Abadía, probablemente por un asunto de tierras, y este señor decidió atacar la Abadía, haciendo preso a San León I, pero este santo pudo ganarse la amistad de este señor y de los demás barones de la localidad, quienes comenzaron a enviar donativos a la Abadía.
Entre las muchas actividades que realizaba San León I en favor de los pobres estuvo la de adentrase en los bosques, para recolectar leña que después vendía en la población de Salerno, y el producto de la venta lo daba a los pobres. Estando viejo, estimó necesario retirarse y dejar la Abadía en anos de San Pedro I Pappacarbone, quien había renunciado al Episcopado de Policastro. San León I se retiró a un lugar cercano a la Iglesia de San León, en la población de Vietri, no obstante su tranquilidad se vio perturbada, porque tuvo que volver a la Abadía y retomar el cargo de Abad, por causa de que San Pedro I había impuesto la regla cluniense, cuyo rigor había molestado a los demás monjes.
Para evitar futuros inconvenientes, San León I logró que el Papa Gregorio VII confirmada de manera solemne el ‘Ordo Cavensis’, esto es, la orden propia para la Abadía de Cava, de modo que ya nadie que viniese después podría imponer una orden o regla distinta. Los archivos muestran que falleció el 12 de julio del año 1079, siendo sepultado en la vía Arsicia, que hoy se encuentra incluida en la Capilla de los Santos Padres, lugar en el que también reposan las reliquias de su maestro, San Alferio, así como los restos de todos los santos y beatos de la Abadía de Cava. El día 21 de diciembre del año 1893, el papa León XVIII confirmó el culto a los cuatro primeros abades de Cava, entre los que se encuentra San León I.
No obstante la importancia de San León I para el desarrollo de una orden propia, el día 12 de julio completan el santoral cristiano otros santos y beatos, entre los que se encuentran Santa Inés Lê Thi Thành y San Gualberto San Clemente Ignacio Delgado Cebrián, San Félix de Milan, San Fortunato y Hermágoras de Aquileia, San Hilarión de Ancira, San Juan Jones, San Nabor de Milán, San Paterniano de Fano, San Pedro Khanh, San Proclo de Ancira, San Vivenciolo de Lyon y Beato Matías Araki y siete compañeros.