El Fondo de Inversión de Pensiones del Gobierno de Japón (GPIF), el mayor fondo de pensiones del mundo, ha logrado alcanzar un rendimiento del 5,42% al cierre de su ejercicio fiscal el pasado mes de marzo. Haciendo cuentas, esto significa un retorno de 10,09 billones de yenes (70.930 millones de euros), tal y como ha declarado la entidad.
Sin embargo, entre los meses de enero y marzo de 2022, la rentabilidad de GPIF fue del -1,10%, equivalente a un resultado negativo de 2,2 billones de yenes (1.547 millones de euros).
Las inversiones de GPIF en acciones internacionales supusieron la mayor fuente de rentabilidad en el ejercicio, con un rendimiento del 18,48%, por delante del 2,12% del retorno alcanzado con sus inversiones en valores cotizados japoneses.
De su lado, las posiciones del fondo de pensiones nipón en renta fija extranjera reportaron una rentabilidad del 2,29% a la entidad, mientras que los bonos japoneses registraron un retorno negativo del 0,99%.
En el último trimestre de su año fiscal, el fondo sufrió un retorno negativo en sus cuatro grandes áreas de inversión, con un rendimiento del -1,54% de su exposición a bonos japoneses y del -1,22% en el caso de la deuda extranjera, mientras que la inversión en acciones en Japón ofreció una rentabilidad del -1,22% y la exposición a la renta variable internacional rindió un -0,55%.
Desde 2001, el fondo de pensiones japonés ha logrado una rentabilidad media anual del 3,69%, con un retorno acumulado de 105,42 billones de yenes (741.000 millones de euros).
El valor de los activos invertidos del fondo al finalizar el ejercicio 2020 era de 196,59 billones de yenes (1,38 billones de euros).