Según los datos que aporta el Instituto Nacional de Estadística de España, alrededor de 6.000 hombres han sido bautizados con el nombre de Raimundo y es especialmente venerado en Barbastro, que es una población que se encuentra a mitad de camino entre las ciudades de Lleida y Huesca.
San Raimundo de Barbastro
Nació en el norte de los Montes Pirineos, recibió de manos de don Pedro de Aragón el Obispado de Barbastro-Roda, cuando corría el año 1104, lugar en el que falleció veinte años después. Pero mientras estuvo en el cargo de Obispo hizo que se iniciaran los trabajos de reconstrucción de la edificación que hoy es la Catedral Románica de Roda. Sus restos se trasladaron hasta la ciudad de Roda en el año 1126, luego de que falleció debido a una enfermedad un 21 de junio.
San Juan Rigby
Murió mártir, tras ser apresado durante el reinado de Isabel I de Inglaterra, en la ciudad de Londres y fue condenado a muerte luego de que se había reconciliado con la Iglesia Católica. Los registros indican que San Juan Rigby fue condenado a la horca, pero que encontrándose todavía vivo, fue descuartizado en Southwark.
San José Isabel Flores
Es especialmente venerado en Méjico, donde San José Isabel Flores fue un sacerdote que ejerció su oficio mayormente en la ciudad de Matatlán, muy cerca de Guadalajara; se dice que hasta el fin de sus días cumplió su máxima de ‘Antes Morir que Faltarle a Dios’. Es por ello que en el año 1927, en pleno apogeo de las llamadas Guerras Cristeras, propiciadas por el propio gobierno mejicano al querer separarse de la Iglesia de Roma y subordinar a la iglesia católica mejicana al poder del Estado, se suspendió la práctica del culto, pero San José Isabel Flores continuó con su labor cristiana y fue denunciado por un miembro de su feligresía, de modo que fue apresado por las autoridades y el 21 de junio, luego de sufrir una semana de torturas, vejaciones y agresiones, se le colgó de un árbol en el municipio de Orozco, pero no se le dejó morir, sólo se le provocó la asfixia, otros relatos cuentan que en realidad lo que pasó es que, a pesar de que las autoridades intentaron ahorcarlo varias veces, Dios lo salvó.
Al no ser posible ahorcarlo, le fue ordenado a un soldado que lo ejecutara, pero este soldado había sido bautizado por el propio San José Isabel Flores, así que se negó a acatar la orden, debido a lo cual el fusilado fue el soldado. Luego de ordenó a los demás soldados que dispararan contra el santo, pero misteriosamente cuando trataron de hacerlo, todas las armas se trabaron, por lo que finalmente uno de los soldados sacó un cuchillo y degolló a San José Isabel Flores.
El santoral del 21 de junio no estaría completo si no incluimos a otros santos y beatos cuyo onomástico se celebra este día y que fueron también una fuente de inspiración para sus hermanos cristianos, entre los que se encuentran San Luis Gonzaga, Santa Demetria de Roma, San Engelmond, San Leufredo, San Meveno de Gaël, San Radulfo de Bourges, Beato Jacobo Morelle Dupas y Beato Tomás Corsini