Una de las cosas positivas que tiene la primavera y la llegada del buen tiempo es que ya no necesitas ir abrigada y puedes dejar al descubierto algunas zonas de tu cuerpo para lucir tus joyas. Puede que seas del perfil de personas que no puede salir a la calle sin ellas, aunque sea con unas pulseras que dé un toque bonito a tus muñecas para no sentirte como si fueras desnuda.
Las joyas siempre han representado un símbolo de feminidad aunque su creador fuese masculino. Llevar algunas como las pulseras de mujer hace que te sientas más guapa y segura de ti misma. De hecho, el pilar más importante de la joyería es la exaltación de la belleza natural de la mujer.
Las joyas forman parte de la vida de las mujeres casi desde que nacen. Por eso, se suele poner pendientes a los bebés niña con pocos días de vida. Cuando pasa el tiempo, esas joyas empiezan a tener un significado para quien las lleva. Veamos cuáles pueden ser.
Joyas, ¿valor o aceptación social?
Muchos de los objetos con los que tratamos diariamente tienen un contenido emocional y la joyería también. Hay una relación íntima entre quien la lleva y aquellas personas que observan. Se podría decir que se maquilla con una intención de aceptación social porque cuando llevas una joya, tienes la sensación de como si te miraran de forma diferente. Es como si causaras admiración, algunas veces realmente, la causarás; y eso te da placer produciéndote una sensación agradable que consigue mejorar tu estado de ánimo.
Esto pasó sobre todo en el confinamiento cuando muchas personas tuvieron que trasladar sus oficinas a algunos espacios de la casa y tenían que seguir guardando la presencia durante las conexiones. Adornarse con las joyas como lo hacían habitualmente, les ayudó, por otra parte, a hacerle creer al cerebro que todo seguía igual. Las joyas consiguen levantar el ánimo a personas que se sienten tristes o con depresión porque les aportan seguridad. Otras las levan como amuleto de la suerte.
Joyaterapia y las propiedades curativas
La joyaterapia es el disfrute de las joyas. El estado de ánimo de muchas mujeres cambia cuando simplemente se prueban las joyas. No hace falta que lleguen a comprar. Tampoco es una terapia curativa, pero llevarlas puestas les genera bienestar y placer porque se ven atractivas y reconforta a los sentidos, lo que hace que se suba la autoestima.
Muchos médicos de la antigüedad prestaban su atención al oro y practicaban la curación con la ayuda de este metal. Por ejemplo, para calmar el dolor de garganta o para quitar el dolor de dientes. Los curadores de la época ofrecían poner el oro en la boca y dejarlo durante un tiempo. Los médicos les recomendaban a los pacientes de familias más adineradas aplicar el oro en las articulaciones enfermas.
No solo para ese caso, sino también:
- para obtener más energía
- para protegerse contra los efectos negativos de las personas que vivían en los alrededores
- para tener una actitud más positiva
- para la recuperación
- para mejorar la memoria
Son muchos los usos que se le puede dar al oro y a las joyas. Sea cual sea, lo que está claro es que este producto es muy importante en la vida de las personas desde hace muchos siglos.