La XXXV Campaña Antártica Española ha finalizado con el cierre de las bases antárticas (BAEs) Juan Carlos I y Gabriel de Castilla y la llegada del buque BIO Hespérides al puerto de Ushuaia (Argentina), tras casi cuatro meses de proyectos científicos.
En concreto, la investigación de esta edición se ha centrado en dinámica de glaciares, geomorfología sísmica, volcanología, biometeorización de rocas, geodesia, aerosoles o ecología de pingüinos.
Tal y como ha informado el Ministerio de Ciencia, entre los proyectos de la campaña se incluye la instalación de una nueva red de vigilancia volcánica permanente en la Isla Decepción, que permitirá el seguimiento de la actividad volcánica en la zona en invierno.
Además, se han acometido actuaciones para la mejora de las infraestructuras de las bases antárticas, como la instalación de un nuevo módulo taller en la BAE Gabriel de Castilla y un módulo para maquinaria en la BAE Juan Carlos I.
También señala que varios proyectos científicos españoles han desarrollado actividades en las bases antárticas de Uruguay y Corea del Sur.
Ciencia destaca que, a pesar de los estrictos protocolos de prevención diseñados específicamente para mantener el coronavirus fuera del continente helado, la pandemia del Covid-19 ha obligado a modificar distintas actividades previstas en la campaña. Aún así, el departamento que dirige Diana Morant se ha llevado a cabo la mayoría de los proyectos científicos y las bases han rozado el 100% de su ocupación y actividad durante casi toda la campaña.
MODELO DE COOPERACIÓN DE I+D+I
Desde el Ministerio destacan que la Campaña Antártica española constituye «un modelo de cooperación entre diferentes instituciones públicas y privadas al servicio de la I+D+I», en el marco del Plan Estatal de Investigación Científica y Técnica y de Innovación.
En este sentido, explica que dedica una media de 10 millones de euros al año a la campaña de investigación antártica. En concreto, el Ministerio financia la operación y mantenimiento de los buques Hespérides y Sarmiento de Gamboa y los gastos asociados a la logística general de la campaña, y colabora en los gastos de las bases antárticas españolas Gabriel de Castilla y Juan Carlos I.
Además, la Agencia Estatal de Investigación financia la mayoría de los proyectos de investigación. A través del Comité Polar Español se coordinan las actividades que los diferentes organismos desarrollan durante las campañas.
Las entidades participantes en estas actividades son la Unidad de Tecnología Marina del CSIC, que gestiona el Sarmiento de Gamboa y la BAE Juan Carlos I en la Isla Livingston y coordina la logística general de la campaña antártica; el Ejército de Tierra, que gestiona la BAE Gabriel de Castilla en la Isla Decepción y la Armada, que opera el BIO Hespérides.
Tanto los buques como las bases antárticas forman parte del mapa español de Infraestructuras Científicas y Tecnológicas Singulares (ICTS), instalaciones, recursos o servicios excepcionales en su género, con un coste de inversión, mantenimiento y operación muy elevado, según apunta Ciencia, y cuya importancia y carácter estratégico justifica su disponibilidad para todo el colectivo de I+D+I.