La expareja de Bousselham reconoce ante el juez que tuvo acceso a pantallazos del móvil de Dina en chats de Podemos

La expareja de Dina Bousselham, Ricardo Sa Ferreira, señaló en su comparecencia ante el juez de la Audiencia Nacional que instruye la pieza ‘Dina’, que es posible que él recibiera también alguna de las capturas del móvil de su pareja a través de chats de Podemos. Capturas que aparecieron también publicadas en medios y que se habrían realizado presumiblemente de información que constaba en la tarjeta del móvil robado a Bousselham en noviembre de 2015.

En esa declaración de 47 minutos, Sa Ferreira recordó, sobre el momento del robo en un centro comercial en noviembre de 2015, que le sustrajeron el DNI belga y el portugués, tarjetas de crédito y débito, el carné de conducir, el monedero, los dos móviles –uno de ellos el de Bousselham–, el billetero de Dina y su abrigo. Y ha apuntado que tras la denuncia no recuperó ningún documento pero sí que le llamaron desde la comisaría de Alcorcón para decir que habían recuperado el DNI belga.

Esa llamada, aseguró, fue recibida por Bousselham y le comentó que lo habían enviado al consulado belga en Madrid. Cuando se acercó a esa sede le dijeron que no habían recibido nada y que en caso de que lo tuvieran lo habrían destruido por protocolo.

El fiscal le preguntó sobre qué teléfono dejaron en la denuncia del robo y apuntó que no recordaba. Y sobre si el teléfono sustraído a Dina tenía documentos suyos, apuntó que tampoco recordaba pero no descartó que hubiera fotos en las que aparecía él.

LA RECUPERACIÓN DE LA TARJETA

Sobre el momento en el que recuperan la tarjeta, indicó que la recibió Bousselham después de las publicaciones de capturas en prensa, y que se la dio el que entonces era líder de Podemos Pablo Iglesias, con quien tenían una buena relación laboral y personal. No obstante, afirmó que él no estuvo presente cuando le entregó la tarjeta y no vio el contenido de la misma, que era una copia.

Sí ha recordado que Dina usó su ordenador para leer esa tarjeta, y le comentó que estaban sus fotos y que «lo había mirado por encima». «Dina quería recuperar las fotos de su padre», ha recordado.

Sobre el intento de recuperar los datos de la tarjeta, motivo por el que la envió una empresa especializada, indicó que se encargó él porque estaba más acostumbrado a ello y que eligió una compañía después de googlearlo. Eso sí, no recordaba cuanto tiempo pasó desde que recuperaron la tarjeta de manos de Iglesias hasta que la enviaron a arreglar, porque por medio hubo mudanzas y se extravió por el caos propio del cambio de domicilio.

SIN RESPUESTAS CLARAS

Tras aparecer después de una mudanza intentó acceder a ella y ya no funcionaba, recordó Sa Ferreira, a pesar de que intentaron abrir en varios ordenadores y lectores de tarjeta.

Según avanzaba el interrogatorio, Sa Ferreira fue perdiendo rotundidas en las respuestas y la tónica fue la de la duda y el condicional alegando que con el paso del tiempo ya no recordaba todo con exactitud. Así, a preguntas de Vox, aseveró que era «bastante posible» que verificara que la tarjeta no funcionaba antes de enviarla a recuperación. «Cuando Dina hace la comprobación de si funciona y me dice que no, creo recordar que podría estar a su lado», dijo.

Sobre las opciones que les dieron en la empresa de recuperación de datos, indicó que era bastante caro y no daban garantías de recuperar la información, por lo que decidieron no seguir. Y apuntó que de ese trámite solo tenían conocimiento ellos dos y su padre. Sobre si se comunicó a alguien de Podemos, la expareja de Bousselham apuntó una vez más que no recordaba.

LA CAJA DE LA MUDANZA

El juez se interesó sobre la afirmación de que la tarjeta apareció en una caja tras la mudanza, y entonces Sa Ferreira matizó que no recordaba perfectamente si era una caja o un cajón, pero que sí estaba entre sus pertenencias.

La acusación popular de ProLege puso el acento sobre la mudanza, hecho novedoso –apuntó– ,y quiso saber fechas y domicilios, a lo que Sa Ferreira dijo no recordar fechas porque había pasado mucho tiempo pero que la mudanza fue a Galapagar.

Sobre el tiempo que paso desde la denuncia hasta que recibe la tarjeta Bousselham, señala que la denuncia fue en noviembre de 2015 y que Dina le dijo que recibe la tarjeta en 2016, pero no pudo concretar que mes.

Sí que aseveró que, Bousselham, «al ver las noticias –los pantallazos en determinados medios digitales– cree que es de su móvil y entonces habla con el equipo legal de Podemos», pero no supo decir nombres.

Y preguntado sobre si el acudir a los tribunales fue algo consensuado en el ámbito de la pareja o si hubo discrepancias, explicó que «desde siempre» ha dado todo su apoyo a Dina.

El abogado del comisario José Manuel Villarejo le preguntó si tenía relación con Podemos, y comentó que sí porque trabajaba en Europa para Iglesias, y señaló que puede ser que hubiera recibido pantallazos que aparecieron luego en prensa a través de grupos del partido –si bien no lo recordaba con exactitud–.

Además, añadió que la relación con Iglesias «es de confianza absoluta, mutua, de amistad y de trabajo», y recordó que cuando se trasladó a vivir a España fue para trabajar con él.

Otra de las partes preguntó por las afirmaciones que hizo en su día en las que apuntaba que de la sustracción le preocupaba sobre todo la pérdida de documentos de trabajo que tenía en la tarjeta, a lo que Ferreira comentó que eran documentos de trabajo de análisis en el Parlamento Europeo.

Al hilo explicó que en su teléfono también sustraído, tenía su aplicación de Telegram, plataforma usada por el partido y en la que compartían documentos de trabajo de la formación.