Más de una veintena de colectivos han mostrado este domingo en Madrid su rechazo por la situación que atraviesan los ríos madrileños y el río Tajo, por lo que han exigido medidas concretas para lograr la recuperación ambiental y sanitaria, según informa Ecologistas en Acción.
La manifestación, que ha comenzado en la sede de la Confederación Hidrográfica del Tajo y ha finalizado en Madrid Río, ha congregado a casi 300 personas, que han portado cruces de color azul simbolizando el estado de los ríos y han desplegado una gran pancarta de 48 metros cuadrados sobre el río Manzanares.
Asimismo, los asistentes llevaban carteles en los que se ha podido leer reivindicaciones como ‘Queremos un río, no una cloaca’, ‘El tajo no se vende, se defiende’ o ‘Devolvednos la playa’.
La ONG ecologista señala que los ecosistemas fluviales se han convertido en cauces «sin apenas vida sin que las administraciones responsables de la conservación de los ríos estén actuando». Este desprecio, añaden, por el valor de estos importantes ecosistemas y las oportunidades que podrían ofrecer a las localidades ribereñas resulta inaceptable.
La gestión de los ríos está compartida por varias administraciones y organismos, la Confederación Hidrográfica del Tajo (CHT) como responsable de la conservación y gestión del dominio público hidráulico; la Consejería de Medio Ambiente de la Comunidad de Madrid de las especies y de las riberas y ecosistemas fluviales; el Canal de Isabel II de la depuración efectiva de las aguas residuales y de una gestión sostenible de los caudales que liberan los embalses; y el Ministerio para la Transición Ecológica que gestiona los caudales y el trasvase del Tajo.
Todas estas administraciones por la dejadez de sus funciones permiten que los ríos se conviertan en canales de aguas sucias y muertas», ha precisado Ecologistas en Acción.
Los asistentes a la manifestación han planteado medidas como el establecimiento de caudales ambientales adecuados; implantación de instalaciones para evitar que a ríos y arroyos lleguen ingentes cantidades de aguas residuales sin depurar, toallitas y otros residuos desde aliviaderos y colectores; que se garantice la recuperación ecológica de todos los tramos bajos de los ríos madrileños, lo cual se ha demostrado que es totalmente viable y factible; que se respeten las llanuras de inundación y se ponga fin a la ocupación de las riberas; que se realicen planes para la recuperación de la biodiversidad original.
«Con todo ello, en pocos años se podría disponer de una red fluvial recuperada y de mayor calidad ambiental, para su uso y disfrute por parte de la población», han sugerido.
El estado de las aguas, ha recalcado Ecologistas, no es solo un problema ambiental también afecta a la salud y la calidad de las personas, especialmente a las que viven en sus proximidades. La basura que se acumula en su cauce y orillas, el mal olor son problemas habituales.
La dejación de funciones, debido a la pandemia, conlleva multas, tal y como recuerda la ONG, que destaca que la UE a impuesto a España la mayor multa a la que se ha tenido que enfrentar por una inadecuada depuración de aguas. «La cuantía supera los 50 millones de euros y sigue ascendiendo porque no se soluciona el problema», ha subrayado.