Sánchez en Ceuta: de los abucheos de hace 10 meses en plena crisis migratoria a los vítores de sus afines

El presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, ha pasado algo más de dos horas este miércoles en Ceuta en su segunda visita institucional a la ciudad autónoma después de la que realizó el 18 de mayo de 2021 en plena crisis fronteriza con Marruecos, que permitió o alentó la entrada irregular en territorio español de unos 12.000 ciudadanos en 48 horas.

Si entonces fue medio centenar de simpatizantes de Vox el que le recibió en el helipuerto entre gritos y abucheos, esta vez han sido cien afines al PSOE los que se han congregado en el mismo punto para darle la bienvenida como «nuestro presidente».

En medio de un extraordinario despliegue policial por todo el centro de la ciudad, Sánchez se ha desplazado hasta el Palacio autonómico, en cuya Puerta Noble ha sido recibido por el líder del Ejecutivo local, Juan Vivas (PP), que le ha acompañado a firmar en el Libro de Honor de la Asamblea, algo que no pudo hacer durante el improvisado viaje de hace diez meses.

«Al pueblo de Ceuta, a sus instituciones, quisiera trasladaros nuestro total respaldo y trabajo por la seguridad, la estabilidad y la creación de oportunidades para el conjunto de la ciudadanía ceutí. Con el compromiso y solidaridad del Gobierno de España y el resto de compatriotas. Un afectuoso saludo», ha escrito el presidente, que a continuación ha saludado en el Salón del Trono de la Asamblea a todos los miembros de la Corporación salvo a los cuatro diputados de Vox, que no han asistido a la cita.

Tras tomarse una foto de familia con los electos de PP, PSOE, MDyC, Caballas y no adscritos, así como con varios funcionarios que se ha encontrado por los pasillos de la sede de la institución local, Sánchez se ha dirigido a la torre de control del puerto y en los despachos de la Autoridad Portuaria ha conocido el proyecto de la futura estación marítima, cuyas obras ya han sido adjudicadas por cerca de 20 millones de euros.

Posteriormente el presidente ha comparecido ante los medios junto a Vivas para presentar la «nueva etapa» que se abre en la relación bilateral con Marruecos tras diez meses de crisis «insostenible» como «buena» para ambos países en general y para la ciudad autónoma en particular por la «estabilidad» y «seguridad» que, a su juicio, le blinda el acuerdo de «respeto mutuo de la integridad territorial».

Sánchez ha partido poco después de las 14.00 horas desde Ceuta, «una ciudad con mucho presente y aún más futuro», hacia Melilla. Ambas ciudades son para su gobierno, según ha recalcado en su rueda de prensa, «una política, un asunto, de Estado» en la que prioriza «tres conceptos: seguridad, estabilidad para dar tranquilidad y oportunidades para que se perciba fuera lo que se siente dentro».

«Esta es una ciudad pequeña de tamaño pero grande en lo importante, en lo que no se puede medir, pesar ni tasar: en capacidad para superar dificultades y reinventarse, para vivir compartiendo y en el amor a España que compartimos todos los ceutíes cualquiera que sea su credo, raza u origen», ha descrito Ceuta su presidente, que también ha ofrecido a Sánchez «lealtad, responsabilidad y sentido de Estado» para los retos que en materia económica y social tiene la ciudad.