Felipe González incide en que «los pútines del mundo» urgen a la UE a asumir su propia seguridad y defensa

El expresidente del Gobierno Felipe González ha incidido en que los «pútines del mundo» están urgiendo a territorios como la Unión Europea a hacerse cargo de su propia seguridad y su propia defensa.

«Los ‘pútines’ (en alusión al presidente de Rusia) del mundo que no son pocos nos están urgiendo a unirnos, a ponernos de acuerdo, a hacernos cargo, que ya somos mayores de edad, de nuestra propia seguridad y nuestra propia defensa», ha esgrimido sobre la creación «simbólica» de una unidad de «intervención rápida» de 50.000 efectivos que «no significa que se salen de la OTAN, que crean un ejército europeo».

En este mismo sentido, ha pedido también que se comprenda que los valores sobre los que se sustenta el «edificio democrático» como los que se aplicaron para la configuración de la UE son los que permiten construcciones regionales y supranacionales, que a su juicio son necesarias para evitar entre otras cuestiones los «peligros» del «nacionalismo excluyente de los demás que otra vez galopa por Europa».

En este punto, durante su intervención este miércoles en Guadalupe (Cáceres) en la apertura de un curso sobre relaciones de Europa y América Latina y el Caribe, el expresidente del Gobierno ha defendido que «la construcción europea hubiera sido imposible si el elemento que dominara el debate fuera un elemento ideológico partidista», mientras que ahora –lamenta– se ha instalado la «polarización, el discurso que no admite el espacio de comprensión del otro».

«La verdad es que la construcción de Europa se hizo sobre el elemento definitorio de no saber si uno era conservador o democrático» sino el de saber si se quería «avanzar» y «estar de acuerdo en dar un paso más en la unión», dentro de una «línea horizontal que unía para construir Europa» y «otra vertical que separaba en cuanto a qué políticas diferenciaban a una alternativa social-democrática o de una conservadora» con «pasos adelante», ha señalado González.

Finalmente, durante su intervención, el expresidente del Gobierno también ha mostrado su rechazo al «debate absurdo» sobre «si la paz o la guerra» en Ucrania, porque «si te encuentras con Putin estos que quieren dar consejitos los debíamos llevar, habla allí y convencer a Putin de que es un crimen de guerra destruir una ciudad, bombardar una maternidad o una escuela o un polideportivo». «Son crímenes de guerra atacar a la población civil», ha dicho, dentro de una guerra «injustificable» como la de Rusia en Ucrania.