Durísimo momento para Isabel Pantoja que, reviviendo la peor de sus pesadillas, ha regresado este martes a los Juzgados de Málaga y ha prestado declaración ante el juez, acusada de ser cooperadora necesaria de un presunto delito de insolvencia punible, por el que podría ser condenada a tres años de prisión y a 11.000 euros de multa.
Un paseíllo judicial que Francisco Rivera ha vivido casi ‘en directo’ desde el plató de ‘Espejo Público’, cargando contra la viuda de Paquirri – que tanto daño les ha hecho a su hermano Cayetano y a él y que a día de hoy todavía no les ha devuelto los enseres de su padre – sin ningún tipo de piedad: «No me alegro del mal que le pase a nadie, pero a las personas malas es normal que le pasen cosas malas y esta mujer todo lo que le pase se lo merece desde luego«. «Es mala», ha añadido, dando la estocada a Pantoja en su peor momento.
«No hay nada más triste para un padre o una madre que tus hijos hablen las cosas que sus hijos han llegado a hablar publicamente de ella. Si un hijo mío hiciese eso diría muy poco de mí y me moriría de la pena y de la tristeza que un hijo mío se sienta estafado, engañado, menospreciado, utilizado.» ha añadido, demostrando el poco cariño que siente por la madre de su hermano Kiko y admitiendo que ha visto «con cierto agrado porque el hecho de que te den la razón de esta manera, aunque sea tantos años después, es agradable«.
Demoledor, Fran no ha dudado en definir a Pantoja con dos palabras que han hecho que, pudiendo ser la reina de la copla por su voz, esté en esta situación: «Soberbia y avaricia, la defino así muy sencillito y muy fácil«.
«Ha utilizado a todo el mundo; a familia, fans, ligues de todo tipo…» ha añadido, cargando contra la tonadillera y confirmando, como poco antes decía Susanna Griso, que Pantoja debe importantes cantidades de dinero a algunos examigos a los que no ha devuelto «ni un duro». «Debe dinero a una cantidad de gente… Y además con soberbia, porque les dice que no les piensa pagar porque como no hay ningún papel firmado…» ha asegurado con rotundidad.
A pesar de que la artista todavía no les ha devuelto los enseres de su padre, Francisco ha explicado que Cayetano y él renunciaron a reclamarlos judicialmente porque, «por temas legales, teníamos que involucrar a mi hermano, denunciar a mi hermano Kiko y a todos los herederos; y no se nos pasó por la cabeza llevar a los jzugados a mi abuelo Antonio Rivera, a mis tíos Antonio, José y Teresa Rivera.». «Habría que denunciar a toda la familia, no tengo ni idea por qué, pero no se nos pasó por la cabeza«, ha reconocido.
Demostrando hasta qué punto tiene razón en su inquina hacia Pantoja, Fran ha revelado algo que tanto él como nosotros desconocíamos hasta ahora. Y es que «a la semana de morir mi padre llamó al compositor Manuel Alejandro diciendo ‘es el momento de sacar un disco’. A la semana de enterrar a mi padre, a la semana, estaba pensando en el disco» ha repetido sin dar crédito a la sangre fría de la tonadillera en un momento tan delicado de su vida.
Riéndose de quienes le acusan de hablar de la viuda de Paquirri para darse «publicidad», Fran tampoco ha dudado a la hora de desvelar cómo era Pantoja como madrastra, asegurando que «delante de mi padre era de una forma y detrás de otra, una madrastra de cuento«. «No nos hacía sentir bien, sentirnos a gusto en casa de mi padre la verdad. Cuando estaba mi padre estaba todo bien pero cuando mi padre se iba cambiaba. No nos pegó, pero nos hacía sentir extraños en nuestra propia casa y además cosas delicadas. No nos hablaba bien, no nos trataba con cariño ninguno.» ha revelado, confesando que está convencido de que «esa mujer no quiere a nadie. A su madre y a sí misma, no hay hueco para nadie más, eso está claro«.
Muy cómodo recordando episodios pasados, Francisco ha dejado claro que su padre «seguro» que no se casó enamorado de Pantoja: «Mi padre toda la vida estuvo enamorado de mi madre«. «Vistiéndose de novio llamó a mi casa y habló con mi tía Belén Ordóñez porque mi madre no se quiso poner. Y le dijo, ‘Belén, dile que si quiere vuelvo a casa ahora mismo’. Mi tía miró a mi madre y mi madre le dijo que no y Belén le dijo, ‘Fran no’. Y mi padre dijo, pues entonces voy a casarme». «Suena a fantasía, es muy fuerte, pero es muy triste. Mi padre estaba enamorado de mi madre«, ha concluido con una sonrisa nostálgica en este durísimo ataque a la tonadillera en su peor momento.