La Asociación Profesional Justicia para la Guardia Civil, Jucil, ha emitido un comunicado donde expresa su «preocupación» por las instrucciones recibidas por parte del Ministerio del Interior sobre los términos y actuaciones ante los paros de transportistas, que consideran una medida para actuar «con más contundencia».
En concreto, se refieren a las instrucciones para la elaboración de los informes relativos a esta huelga, donde se sugiere que se dejen de utilizar los términos «huelga» y «piquete» para utilizar en ellos los términos «paro» y «activistas», además de recordar que si se producen reuniones de más de 20 personas se debe informar de que se considera una «reunión ilegal».
Por ello, el secretario de Comunicación de Jucil, Agustín Leal, ha señalado que entienden esta medida como la manera «de que los guardias civiles actúen con mayor contundencia», utilizándoles para «restringir los derechos de los huelguistas» y enfrentándoles con un colectivo que «resultó vital en los momentos más duros de la pandemia».
La asociación destaca que las instrucciones recibidas eliminan los términos «huelga» y «piquete» y en ellas se señala que además de que «cualquier corte de circulación debe de ser solucionado de manera inmediata», se ponga especial atención el próximo lunes para «informar de que los activistas van a Madrid a manifestarse».
Además, se pide también especial atención a las áreas de descanso donde pueda haber camiones «y posible presencia de activistas», reclamando que se remita una relación de matrículas sospechosas.
«Da la impresión de que lo que se busca, con el simple cambio de los términos en los informes, es hacer desaparecer la huelga y dejar de considerar a estas personas como piquetes», ha añadido Leal.
Por tanto, Jucil «teme y expresa su preocupación por que las instrucciones recibidas provoquen el enfrentamiento entre colectivos de vital importancia para el mantenimiento de las condiciones sociales y económicas en España».
El ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, señaló este viernes que no es una huelga, sino un paro de un sector minoritario con una «violencia inusitada». Además, envió el mensaje a los transportistas de que todo el que quiera trabajar va a poder hacerlo por la protección del Ministerio del Interior con el despliegue de 23.000 efectivos.