Si eres una persona observadora, te habrás dado cuenta, si has montado en los últimos años en el metro de Madrid, que existe una prohibición que es anunciada en las puertas de las diferentes bocas del metro. La misma indica que no se permite el acceso al mismo con globos metálicos, o lo que es lo mismo, los globos de helio que se pueden comprar en muchos puntos del centro de la capital.
¿Desde cuándo existe esta prohibición?
Después de varios accidentes sufridos con este tipo de objetos en el Metro de Madrid, obligaron a este a decretar en el año 2016 la prohibición de entrar en sus instalaciones con este tipo de globos.
Viajar con artículos peligrosos
Según se establece en dicho reglamento, el viajero deberá viajar con un billete de transporte válido y con los bultos de mano y objetos que considere necesarios, siempre que los mismos no supongan ningún tipo de molestia ni de peligro para los otros viajeros. Todo esto con las limitaciones en el artículo 30, con bicicletas en los términos que se establece en el artíiculo 2 bis y con animales domésticos en los términos en el artículo 2 tercero. Y todo ello en las condiciones que han sido fijadas por los cuadros de horarios de servicio de transporte que en ese momento se encuentre en vigor.
El origen del metro de Madrid
El 17 de octubre del año 1919 el Metro de Madrid quedó inaugurado por el mismísimo Alfonso XIII, en concreto, el tramo que comprende la actual línea 1 entre Sol y Cuatro Caminos. Aunque en un principio los promotores propusieron construirlo únicamente con dinero del pueblo español, el propio rey aportó un millón de pesetas de su caudal personal. Poco a poco se pudieron conseguir los diez millones que se necesitaban como inversión inicial para poder levantar la Compañía Metropolitano Alfonso XIII.
Las primeras estaciones
Ese metro, de tan solo cuatro kilómetros de longitud y ocho únicas estaciones, un siglo más tarde, es una compleja red de transporte que cuenta con más de 300 estaciones y casi 300 kilómetros de recorrido.
Las primeras estaciones fueron construidas a muy poca profundidad y se encontraban iluminadas con lámparas de bujías. Por otro lado, el primer ascensor que se introdujo en la red fue instalado en 1920, concretamente en la estación de Gran Vía y su diseñador fue Antonio Palacios. Mientras que las primeras escaleras mecánicas datan del año 1961 y se instalaron en Plaza de España y Aluche.
Los primeros trenes de metro
Los primeros coches que se pusieron en circulación en el año 1919 se les conocía como «cuatro caminos» y fueron construidos por Carde y Escoriaza en Zaragoza. Estos trenes estuvieron en circulación durante setenta años, aunque lo cierto es que fueron reformados a finales de los 50 y principios de los 60.
Curiosidades sobre el metro de Madrid
Antes de la construcción del metro de Madrid solamente existía este medio de transporte en otras doce ciudades en todo el mundo. La primera que lo tuvo fue Londres en 1863, después Nueva York, Chicago, Budapest, Glasgow, Boston, París, Berlín, Atenas, Filadelfia, Hamburgo y Buenos Aires. La estación del metro de Madrid es la séptima más larga de todo el mundo con sus 294 kilómetros de longitud, detrás de Shanghái, Pekín, Londres, Nueva York, Cantón, Seúl y Madrid.
Globos metálicos, muy habituales en el centro de la capital
Los globos metálicos se inflan con helio, por lo que son extremadamente ligeros y es bastante sencillo perderlos. Es muy habitual encontrarlos en el centro de Madrid y en cualquier tipo de feria que se celebre al aire libre. Están fabricados con un material conocido como poliamida que contiene elementos metálicos por lo que conduce fácilmente la electricidad.
Normalmente, sus diseños están inspirados en personajes infantiles como Spiderman, Dora la exploradora, Dumbo, o Nemo, por lo que son muy queridos por los más pequeños, aunque también son usados en diferentes eventos publicitarios.
Las consecuencias que pueden provocar estos globos en el metro pueden provocar daños en sus instalaciones, en los trenes, o incluso poner en peligro a los viajeros. Por eso, se han instalado carteles informativos en todas las estaciones del metro con esta prohibición para que los usuarios no entren con ellos.
Incidencias provocadas por los globos en el Metro de Madrid
En la estación de la Puerta del Sol, un globo de helio provocó que se tuviera que suspender el servicio de metro durante más de una hora en la estación del Banco de España, de Sevilla, de Sol, de Santo Domingo y de Ópera. Después de estar flotando un rato sobre las vías, terminó por enredarse con la catenaria que se encarga de proteger los cables eléctricos, actuando de conductor entre la red y el techo del tren, provocando una descarga que dejó inutilizable toda la instalción.
En total, desde el año 2008, ha habido un total de ocho incidencias similares en la red del metro de Madrid. En otra ocasión, hubo otra parada del servicio de veinte minutos en la línea 3, entre las estaciones de Sol y Delicias.
La razón de la prohibición
El motivo por el que están prohibidos los globos metálicos en el metro madrileño es porque están hechos de materiales que conducen la electricidad con mucha facilidad por lo que, como ya hemos visto, pueden provocar cortocircuitos con extremada facilidad si estos se escapan de las manos de quien los tienen y acaban enredándose en los cables aéreos de alimentación que son los encargados de transmitir la energía eléctrica a los trenes.
Es decir, estos globos se convierten en unos auténticos conductores de tensión que consiguen que los trenes pierdan su energía. Pero eso no es lo más grave, ya que podrían provocar incluso incendios. Por algo, ciudades Hong Kong o Bilbao tienen prohibiciones similares en lo que concierne a los globos metálicos.