El nuevo megacohete lunar de la NASA con la cápula Orion de la misión Artemis I ha sido emplazado este 18 de marzo en el complejo de lanzamiento 39b en el Centro Espacial Kennedy de la NASA en Florida.
El despegue del cohete –de 111 metros de altura y un peso de 130 toneladas– y está previsto actualmente no antes de mayo en un viaje no tripulado de ida y vuelta al entorno lunar de entre dos semanas y un mes.
Los ingenieros realizarán ahora la prueba final al lanzamiento, conocida como Wet Dress Rehearsal, que incluye operaciones para cargar propulsor en los tanques del cohete, realizar una cuenta regresiva de lanzamiento completa, demostrar la capacidad de reciclar el reloj de cuenta regresiva y también drenar los tanques para darles la oportunidad de practicar los cronogramas y procedimientos utilizados en el lanzamiento, informa la NASA.
Durante la prueba de aproximadamente dos días, los equipos comenzarán activando las instalaciones necesarias para el lanzamiento y comenzando formalmente la secuencia de cuenta regresiva. Los controladores de lanzamiento encenderán diferentes sistemas de cohetes y naves espaciales, junto con equipos de apoyo en tierra.
Luego, los equipos cargarán más de 2,6 toneladas de propulsores criogénicos o súper fríos, incluidos hidrógeno líquido y oxígeno líquido, en el cohete en la plataforma de lanzamiento del lanzador móvil de acuerdo con el cronograma detallado que usarán el día del lanzamiento real. Practicarán cada fase de la cuenta regresiva, incluidas las sesiones informativas meteorológicas, las esperas planificadas previamente en la cuenta regresiva, el acondicionamiento y la reposición de los propulsores según sea necesario y las verificaciones de validación.
Durante el Wet Dress Rehearsal, una vez que los controladores de lanzamiento alcanzan el punto justo antes de que los motores RS-25 del cohete se enciendan el día del lanzamiento, volverán al punto de T-10 minutos y luego reanudarán la cuenta regresiva una vez más después de una espera. Luego, el equipo detendrá deliberadamente la cuenta regresiva aproximadamente 10 segundos antes del despegue simulado para demostrar cómo detener un lanzamiento y drenar los propulsores del cohete. Los controladores de lanzamiento pueden decidir no continuar con el lanzamiento si surge un problema técnico o meteorológico durante o antes de la cuenta regresiva, por lo que demostrar la capacidad de eliminar los propulsores asegurará que los equipos estén preparados para varios escenarios del día del lanzamiento.
Varios días después del Wet Dress Rehearsal, el cohete y la nave espacial integrados regresarán al edificio de ensamblaje de vehículos (VAB). En el VAB, los técnicos extenderán plataformas para restablecer el acceso a varias partes del cohete y la nave espacial. Retirarán los sensores utilizados específicamente para monitorear durante el ensayo general húmedo, cargarán las baterías de Orion y de otros sistemas, guardarán carga tardía en Orion y realizarán verificaciones finales en varios elementos, entre otras tareas. Orion y SLS llegarán a la plataforma de lanzamiento por última vez aproximadamente una semana antes del lanzamiento.
La NASA revisará los datos del ensayo antes de establecer una fecha de lanzamiento objetivo específica para el lanzamiento de Artemis I, no antes del mes de mayo.