El presidente del Centro de Investigaciones Sociológicas, José Félix Tezanos, ha reconocido que sus encuestas se han venido equivocando al calibrar la estimación de voto del Vox, algo que achaca a que esa formación cuenta con «voto oculto» de ciudadanos que evitan pronunciarse ante los encuestadores, pero ha anunciado que van a cambiar sus métodos para corregir esa situación, empezando por el barómetro de marzo que se hará público este jueves.
En su comparecencia en la Comisión Constitucional del Congreso, Tezanos ha admitido como algo «cierto» que en las últimas encuestas el CIS no está estimando bien el voto de Vox y cree que se debe, «probablemente», a que al partido de Santiago Abascal le pasa como al PP hace décadas, que tiene un «voto oculto» procedente del «malestar» y del «voto de castigo» y no quiere ser identificado en las entrevistas.
«Asumimos que nos equivocamos», ha afirmado, anunciado que, desde el próximo barómetro, van a probar con un nuevo sistema de estimación de voto para tratar de desvelar los apoyos reales de Vox: «Hemos corregido el modelo», anticipando cambios en la encuesta de este jueves.
Pero el sociólogo socialista no ha admitido más errores, pese a las críticas de la oposición, y ha vuelto a defender el trabajo «riguroso y científico» del instituto público, reiterando que su propósito no es ser «adivino» de lo que va a ocurrir en unas elecciones.
LAS ENCUESTAS ELECTORALES SON LAS MENOS
Tras recalcar que las encuestas electorales del CIS sólo suponen el 12 o el 14% de su producción demoscópica, Tezanos ha ensalzado la neutralidad del sistema actual de entrevistas telefónicas, implantado a raíz de la pandemia, ya que escoge los números aleatoriamente, hasta el punto de el encuestador no sabe dónde está llamando ni quién va a contestar.
Según ha explicado, para los barómetros del CIS se utilizan unas 4.000 entrevistas: las primeras 3.200 realizadas a raíz de la selección aleatoria son válidas y para el resto ya se va buscando que se ajusten a la muestra diseñada por localidad, edad, sexo, etcétera.
Además, ha destacado que CIS ha duplicado su capacidad encuestadora, aumentando su producción de dos a cuatro o cinco encuestas cada mes, y que ya cuenta con un equipo de 120 encuestadores, que ya son indefinidos, y que podrían realizar más de 1.000 entrevistas al día.
Pese a todo ello, el presidente del CIS se ha quejado de que su trabajo es objeto de «interpretaciones maniqueas» y ha intentado restar validez a las críticas por sus errores de las encuestas electorales (las únicas que hablaban de empate en las elecciones de Madrid y de victoria del PSOE en Castilla y León).
Así, Tezanos se ha escudado en el margen de error estadístico de las encuestas, ha asegurado que la sociedad vive «momentos de zozobra» y ha vuelto a decir que los electores se deciden en el último momento y que ya no muestran la fidelidad de anteriores décadas. Y lo ha resumido con su ya clásica sentencia de que el CIS no pretende ser «un adivino».
YA NO CUELA
«Ya no cuela», le ha espetado el diputado de Ciudadanos José María Espejo, quien ha encuadrado la comparecencia de Tezanos en «el día de la marmota» y ha censurado que el CIS que dirige «no da ni una» y «siempre» favorece «al mismo lado», lo que, a su juicio, se debe a la militancia del presidente. «No hay derecho a que se desperdicie dinero para estudios de interés de parte», ha dicho.
También ha cargado contra él el diputado de Vox José María Sánchez, que ha tachado de «inútiles» las comparecencia de Tezanos, a quien ha afeado que persevere en su voluntad de ir al Congreso para hacer «seminarios de andar por casa». «No es una pesadilla, es una pesadez», le ha llegado a decir, subrayando que sus explicaciones «no sirven de nada».
El PP, a través de José Antonio Bermúdez de Castro, ha criticado que Tezanos vuelva a «justificar» su trabajo «sin reconocer» sus «errores» ni «corregir» sus «sesgos y desviaciones». «No creo que nadie haga encuestas para equivocarse, al menos no con dinero público», ha señalado el ‘popular, antes de achacar «intencionalidad política» a los «patinazos» del CIS y de pedir a su presidente que deje de actuar como un «hooligan» contra la oposición y aparente «neutralidad» y «objetividad».
Hasta el representante de Unidas Podemos, Txema Guijarro, ha admitido que las explicaciones de Tezanos tienen un «tufillo repetitivo», aunque reconoce que en la próxima habrá que «profundizar» porque «se ponen en duda principios matemáticos obvios»: «Dos más dos son cuatro, se ponga como se ponga el que se ponga».