Todos tenemos un conocimiento general de que una cuenta de ahorros es algo que se abre en una institución bancaria, en donde depositas tu dinero, con la condición de que vas a ganar un interés, esto es, una ganancia, como premio por no gastar tu dinero sino que debes dejarlo inmovilizado en la entidad financiera, pero es posible que desees saber qué es en realidad una cuenta de ahorros, cuáles son sus características y cómo se originó.
De modo que, en este artículo te vamos a contar un poco de ello, de cómo nació y quizás te animes a ahorrar una parte de tu dinero, convirtiéndolo en un capital sobre el cual un banco te dará una recompensa si lo depositas en tu cuenta, o el beneficio que recibes por tus ahorros.
¿Sabías que una cuenta de ahorros en realidad es un contrato?
Así es, cuando te diriges a una entidad bancaria o financiera para abrir una cuenta de ahorros, en realidad estás firmando un contrato en el que las partes son el banco y tú, por el cual tú te comprometes a depositar tu capital en un instrumento financiero, denominado cuenta de ahorros, y el banco se compromete a recompensarte por tu ahorro, depositando en la misma cuenta un interés o ganancia.
Ahora bien, el monto de la ganancia o remuneración por mantener tu capital depositado en la cuenta de ahorros va a depender de cuál haya sido el interés pactado en el contrato y de cuál sea la cantidad del capital que depositas en ella.
No obstante, existen varios tipos de cuentas de ahorros, en función de las condiciones que hayan sido pactadas entre las partes, por ejemplo, hay contratos de cuentas de ahorros en los que tú tienes la capacidad de disponer de tu dinero en el momento en el que lo desees mientras que otros pueden establecer ciertas limitaciones.
¿Cuáles pueden ser esas limitaciones?
Es posible que la entidad bancaria imponga algún tipo de limitación sobre la disponibilidad de tu dinero, como por ejemplo, que no puedes sacarlo hasta que haya transcurrido un cierto lapso de tiempo, o que no puedes retirar la totalidad del dinero sino sólo una parte de él mientras se cumple un determinado tiempo, o que, como causa de los retiros que puedas efectuar, los intereses se calculen con base en los saldos mínimos mantenidos en la cuenta.
En este último supuesto, si a principios del mes tenías 200 euros en una cuenta de ahorros y al final del mes sólo tienes 50, los intereses serán calculados en base a los 50 euros que tuviste a fin de mes, o sobre la cantidad menor que hayas tenido en tu cuenta dentro del lapso de un mes.
Otro aspecto a considerar es el momento en el cual la entidad bancaria va a abonarte los intereses o ganancias, ya que se puede pactar que sea mensualmente, trimestralmente o anualmente, aunque en una cuenta de ahorros común, lo normal es que sean abonados mensualmente.
Además, es posible que entre las condiciones de la contratación, el banco te cobre algunas tarifas por uso de la cuenta o por servicios prestados, como la emisión y envío del estado de cuenta, así como cargos por mantenimiento de la cuenta, inclusive, dependiendo de la entidad bancaria de que se trate, es posible que te obliguen a mantener en tu cuenta un saldo mínimo mensual y si no logras mantenerlo, seas penalizado con el cobro de una penalización, que será restada del capital que tengas en tu cuenta.
¿Quiénes pueden abrir una cuenta de ahorros?
Normalmente sólo las personas naturales y las entidades que no poseen fines de lucro son las que pueden abrir cuentas de ahorro, y en muchos países las normas que rigen la actividad bancaria prohíben a las empresas abrir cuentas de ahorro, ya que una persona jurídica no tiene entre sus objetos sociales ahorrar, sino realizar una determinada cantidad de actividades comerciales para ganar dinero, es decir, no pueden tener como objetivos ganar dinero ahorrando, sino emplear el dinero para producir riquezas.
¿Para qué sirve una cuenta de ahorros?
En primer lugar, sirve para que tu dinero esté resguardado en un sitio distinto a debajo del colchón de tu cama, pero igualmente sirve para que obtengas unas ganancias, que se denominan intereses, por colocar tu capital en una entidad bancaria que va a utilizar tu dinero para ponerlo a producir.
Respecto a esta última actividad, debemos explicarte que un banco está definido como una entidad intermediadora en las actividades de crédito, lo cual básicamente quiere decir, que el banco va a tomar el dinero que una persona tiene y se lo va a prestar a otra persona que no lo tiene, exigiéndole a cambio una garantía que será ejecutada en caso de incumplimiento en la devolución del dinero prestado, con todo lo que conlleva pedir un préstamo a un banco.
Pero lo que no te han contado es que el interés al que el banco presta el dinero es muy distinto al que te van a pagar a ti por colocar tu capital en una cuenta de ahorros. Por ejemplo, mientras a ti te van a pagar un interés de un 4% por mantener tu dinero en la cuenta, es posible que al que le van a prestar tu dinero le cobren el 12%, de modo que el banco se queda con la diferencia entre el interés que te pagan a ti y el que le cobran a aquel que ha solicitado un crédito, después de descontar los gastos de funcionamiento de la entidad, y esa diferencia es la ganancia que la entidad bancaria va a percibir por ejercer como intermediario crediticio.
¿Cómo nació la cuenta de ahorros?
Primero fue el truque, luego, cuando el hombre comenzó a ponerle un valor a las cosas, nació el dinero, así como la necesidad de mantenerlo en un lugar seguro, que en principio fueron cofres y cajas aseguradas, hasta que los italianos y los templarios ofrecieron una manera segura de mantener el dinero seguro, pero para convencer a los propietarios del capital de que lo depositaran en sus casas, les ofrecieron a cambio un interés.
Por supuesto, el verdadero negocio era prestar ese dinero a un interés más alto a otros clientes, quedándose con la diferencia entre la tasa activa (interés cobrado al que solicita el crédito) y la tasa pasiva (interés pagado al ahorrista).
La palabra ahorro tiene origen árabe, proviene del término hurr, que quiere decir libre, así que cuando abres una cuenta de ahorro, en realidad lo que estás haciendo es depositando el dinero que tienes libre, esto es, no comprometido en tus gastos normales, en manos de un tercero para que éste realice actividades de intermediación en el crédito, que es lo que hoy llamamos bancos.