Tener una mascota, como un perro o un gato, sobre todo si es durante cinco años o más, puede estar relacionado con un declive cognitivo más lento en los adultos mayores, según un estudio preliminar que se presentará en la 74ª Reunión Anual de la Academia Americana de Neurología que se celebra en abril.
«Estudios anteriores han sugerido que el vínculo humano-animal puede tener beneficios para la salud como la disminución de la presión arterial y el estrés –recuerda la autora del estudio Tiffany Braley, del Centro Médico de la Universidad de Michigan en Ann Arbor y miembro de la Academia Americana de Neurología–. Nuestros resultados sugieren que tener una mascota también puede proteger contra el deterioro cognitivo».
El estudio analizó los datos cognitivos de 1.369 adultos mayores con una edad media de 65 años que tenían habilidades cognitivas normales al inicio del estudio. El 53% tenía mascotas, y el 32% eran propietarios de mascotas a largo plazo, definidos como aquellos que tenían mascotas durante cinco años o más. De los participantes en el estudio, el 88% eran blancos, el 7% negros, el 2% hispanos y el 3% de otra etnia o raza.
Los investigadores utilizaron datos del Estudio de Salud y Jubilación, un amplio estudio de beneficiarios de Medicare. En ese estudio, se realizaron múltiples pruebas cognitivas a las personas. Los investigadores utilizaron esas pruebas cognitivas para desarrollar una puntuación cognitiva compuesta para cada persona, que iba de cero a 27.La puntuación compuesta incluía pruebas comunes de sustracción, recuento numérico y recuerdo de palabras.
A continuación, los investigadores utilizaron las puntuaciones cognitivas compuestas de los participantes y calcularon la relación entre los años de tenencia de mascotas y la función cognitiva.
A lo largo de seis años, las puntuaciones cognitivas disminuyeron a un ritmo más lento en los propietarios de mascotas. Esta diferencia fue mayor entre los propietarios de mascotas a largo plazo. Teniendo en cuenta otros factores que se sabe que afectan a la función cognitiva, el estudio demostró que los propietarios de mascotas a largo plazo, de media, tenían una puntuación cognitiva compuesta 1,2 puntos más alta a los seis años en comparación con los que no tenían mascotas.
Los investigadores también descubrieron que los beneficios cognitivos asociados a la tenencia de mascotas durante más tiempo eran mayores para los adultos de raza negra, los adultos con estudios universitarios y los hombres. Braley afirma que es necesario investigar más a fondo las posibles razones de estas asociaciones.
«Dado que el estrés puede afectar negativamente a la función cognitiva, los posibles efectos de amortiguación del estrés de la tenencia de animales de compañía podrían ser una razón plausible para nuestros resultados –afirma Braley–. Un animal de compañía también puede aumentar la actividad física, lo que podría beneficiar la salud cognitiva. Dicho esto, se necesita más investigación para confirmar nuestros resultados e identificar los mecanismos subyacentes de esta asociación».
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