El pan forma parte del grupo de alimentos que nunca falta en casa. Dada su versatilidad, puede tener cabida en cualquier comida del día y a casi todo el mundo le gusta. Sin embargo, es un producto que en sí puede dar bastantes problemas. Uno de ellos, y tal vez el más común, es que se pone duro al día siguiente. Hay una razón muy específica por la cual sucede este escollo, que de alguna forma niega la posibilidad de disfrutar la pieza. Pero te vamos a contar por qué pasa y las alternativas para hacer que vuelva a estar como recién hecho.
1La versatilidad del pan en la cocina
La ventaja que tiene el pan es que se puede degustar en cualquier momento. Bien sea en el desayuno, acompañarlo en el almuerzo o en una cena también puede ser válido. Todo va a depender de qué tipo de alimento pongas en la mesa, pues hay demasiados.
Lo cierto es que, hasta las sobras puedes utilizar. Por lo que es un producto al que no se le pierde nada. No obstante, el dilema viene cuando se pone duro demasiado rápido. Parece ser que es muy común, pero hay formas de acabar con esto.