El grupo Restaurant Brands International (RBI), matriz de las cadenas de comida rápida Burger King, Tim Hortons y Popeyes Louisiana Kitchen, se anotó un beneficio neto de 838 millones de dólares (738 millones de euros) en el conjunto de 2021, lo que supone un aumento del 72% frente a las ganancias del año anterior.
Según se desprende de la cuenta de resultados publicada este martes por RBI, la facturación entre enero y diciembre fue de 5.739 millones (5.052 millones de euros), un 15,5% más. Por segmentos de negocio, los ingresos de los locales propios crecieron un 18,1%, hasta 2.378 millones (2.093 millones de euros), mientras que las comisiones y alquileres cobrados a los franquiciados se situaron en 2.452 millones (2.159 millones de euros), un 15,6% más. La contribución de las franquicias a la publicidad fue de 909 millones (800 millones de euros), un 9% más.
Los costes asociados a los restaurantes en régimen de explotación directa fueron de 1.890 millones (1.664 millones de euros), un 17,4% más, mientras que los gastos generados por las franquicias se contrajeron un 5%, hasta 489 millones (430 millones de euros). El coste de la publicidad fue de 962 millones (847 millones de euros), un 10,6% más, al tiempo que los gastos generales y administrativos experimentaron un alza del 24,8%, hasta 508 millones (447 millones de euros).
Si se incluyen los datos de ventas de las franquicias, que no se reflejan en las cuentas de RBI por ser empresas independientes, las ventas de todas los locales de la firma fueron de 35.495 millones (31.248 millones de euros), un 13,8% más.
En el conjunto de 2021, el resultado neto de explotación (Ebitda) ajustado de RBI alcanzó los 2.248 millones de dólares (1.979 millones de euros), un 20,6% más.
Únicamente en el cuarto trimestre de 2021, la facturación de la compañía fue de 1.546 millones (1.361 millones de euros), un 13,8% más que en el mismo periodo del año precedente, mientras que el beneficio neto se duplicó, hasta 179 millones (158 millones de euros)